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La muerte de JungWoo lleva todo a un nuevo nivel. Si bien los eventos sucedidos a TaeIl y WinWin son inusuales en el pueblo, un asesinato es un asunto aun más raro e impensable en una sociedad tan reducida. Los reporteros están como abejas obreras en busca de su jugoso néctar del cual viven.

La policía está igual o peor. La gente ha hecho un escándalo por el asunto, y será el chisme por varios días, e incluso semanas. Pero lamentablemente, como el pueblo no es muy grande, la policía no tiene tantos recursos a su alcance, pero aun asi, se intenta buscar al culpable con mucha dedicación.

Los padres del chico son los primeros sospechosos por mero protocolo, pero ¿qué se puede decir? Ambos están destrozados por la muerte de su único hijo. La madre no puede pronunciar palabra alguna, y el padre funciona como voz de ambos.

Los siguientes en la lista son familiares y amigos cercanos, la policía y los investigadores no tardaron en contactar a algunos de los chicos del círculo. Pero como es de esperarse, ninguno puede pronunciar palabra alguna que tenga coherencia.

Pero los agentes no se rinden, los chicos tienen que saber algo debido a que ellos encontraron el cadáver, pero de nuevo, la muerte de un amigo es algo que no se supera de un dia para otro.

Y es ahí donde precisamente se encuentran los chicos después de haber pasado varios días sin éxito alguno por parte de la policía.

Los llantos de la madre son incesables, el padre le tiene abrazada con firmeza, dándole todo su apoyo. Alguna que otra tía o amiga cercana de la madre lloran desconsoladamente. Aunque la ceremonia es bonita, eso no quita el hecho de que siga siendo un funeral.

Como es de esperarse, el que denota más tristeza de ellos es el indiscutible joven de rasgos occidentales.

Lucas trae en la mano un pañuelo que es usado por este con mucha frecuencia. Sus lagrimas no paran y sus lamentaciones tampoco. El luce como cachorro desamparado. Y es entendible, JungWoo... su voz de ruiseñior, su alegría andante y una de las muchas razones por las cuales él se despertaba en las mañanas se ha ido.

El joven castaño deja un gran vacío en la
comunidad. JungWoo pertenecía al coro de la iglesia, por lo que su voz hará mucha falta. Aparte, él era un joven bastante educado, altruista y bueno de corazón.

Blanco, color de la pureza, de lo limpio y de perfecto; eso era JungWoo para la vida de muchos, una persona bondadosa que, aun siendo un parlanchín sin remedio, se las arreglaba para robarse un sitio en tu corazón.

Ten nunca fue muy allegado al joven castaño (realmente, él no es cercano a muchos, técnicamente hablando), pero él reconoce la humildad en el joven JungWoo. Un buen confidente que siempre será recordado.

¿Por qué tuvo que morir tan joven?, esa duda tiene lugar en más de una persona en el funeral. El pequeño pajarito blanco ha callado su voz. Cantó su última nota antes de caer muerto. Tragedia en verdad.

¿Estás bien? —Su voz suena distante. Sus
ojos están perdido viendo a la nada, su boca esta medio abierta y su mente da vueltas sin parar como un molino siendo agitado por una tormenta, y vaya que es una fuerte y furiosa tormenta.

Debería.—menciona débilmente.— Digo,
no fui muy cercano a JungWoo, pero aun así, la muerte siempre es algo deprimente.

Ten no miente. Una extraña sensación le invade al grado de darle nauseas. Su estomago se contrae ridículamente haciendo que quiera vomitar. Su diafragma se inflama quitándole el aire a sus pulmones. Eso todo se resume a una sola cosa.

Miedo.

Ten es víctima de un intenso miedo, de una insoportable desesperación y de una intensa angustia. Ver a las personas reunirse alrededor de un ataúd mientras lloran le hace ver lo efímera y corta que es la vida. Pensar que un día te pueden ver y que al siguiente ya no estás le hace tener arcadas.

Roue De CouleurDonde viven las historias. Descúbrelo ahora