Educando

Capitulo Especial(Rafa y Sergio) II

A partir de esa noche Sergio sentía los ojos de Rafa, constantemente sobre él. Cualquier gesto, movimiento, hiciera lo que hiciera, aun estando sentado viendo la televisión, Rafa no despegaba sus ojos de él.

No podía creer lo que le había hecho sentir aquella noche, sentía su corazón golpeando con fuerza, sus labios hormigueando y un calor que recorría todo su cuerpo, cuando estaba junto a su mejor amigo. Sergio parecía ajeno a todo, como si nada hubiera ocurrido.

-Rafa, ¿qué te pasa? -Estaban almorzando y esos ojos no se despegaban de sus labios. -Deja de mirarme de una vez, o me lo tomaré como una invitación.

- ¿Una invitación? -Pregunto aturdido Rafa, sin entender a que se refería.

-Para volver a besarte, -se escuchó un fuerte ruido procedente de los cubiertos al caer de las nerviosas manos de Rafa. -esta tarde estoy libre, puedo hacerlo de nuevo si quieres.

-Yo...bueno...esto... -no supo que decir y decidió seguir comiendo, ahora luchaba para que sus ojos miraran solo al plato.

-Lo digo en serio. Fue agradable besarte. -Sergio comenzó a recoger su plato, al terminar de comer. -Voy a estar leyendo, si quieres más ven a mi cuarto cuando termines.

Se estaba divirtiendo tanto. Las orejas de Rafa rojas, sus ojos de cachorro y viendo lo nervioso que estaba. No era mentira lo que había dicho, le gustó y disfrutó tanto de besar a ese alto y torpe amigo suyo.

Tras cepillarse los dientes, se recostó en la cama con uno de los libros de Isaac Asimov, poco después su nervioso amigo entraba en la habitación.

- ¿Pasa algo Rafa? -Se sorprendió cuando el chico se quedó en la puerta.

-Tú dijiste...tú...antes. -Le miró con ojos suplicantes, muerto de vergüenza.

-Ya entendí, ven siéntate en la cama.

Rafa, obediente se sentó en el filo del colchón, tan nervioso, mirando el suelo, con las piernas entreabiertas y sus brazos apoyados en sus muslos, escuchaba como tomaba aire intentado serenarse.

Sergio le dijo que se sentará mejor y le hizo recostarse, subiéndose al largo cuerpo de su amigo, mientras su culo descansaba en las caderas de aquel, bajo para dejar que su lengua delineara la dulce boca, esta fue abriéndose, respondiendo a su caricia.

-Rafa, eres tan dulce. -Le dio un beso suave y dulce. -Saca un poco la lengua, muy bien así.

Dejo que su lengua acariciara y lamiera para poco después enrollarse con ella, así estuvieron un rato, devorándose el uno al otro degustando y marcando la boca ajena, disfrutando de la conexión de sus labios.

En eso la excitación de Rafa había aumentado, sintiendo el lindo culo de Sergio apoyado en él, no pudo evitar el movimiento de sus caderas, alzándose para rozarse aún más fuerte contra él.

- ¡Ey! ¿qué estás haciendo?

-Perdón, no pude evitarlo.

-Joder, Rafa, estas totalmente duro.

- ¿Tú no lo estás?

-Cierto, hagamos algo para ayudarnos.

Volvió a besar al excitado Rafa y tras quitarle la camiseta comenzó a deslizar la lengua por su piel, se divirtió jugando con los pezones mientras aquel jadeaba bajo su cuerpo mientras sus manos apretaban sus caderas.

-Bájate los pantalones y los calzoncillos, vuelve a sentarte.

Rafa sorprendido, vio como Sergio se apartaba de él para desnudarse de cintura para abajo. Una vez que Rafa deslizo sus ropas hasta la rodilla se sentó, apoyando su espalda a la pared. Sergio se colocó sobre él, con las rodillas a los lados de sus muslos, haciendo que ambos miembros se rozaran.