2. Lagrimas saladas

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"La vida es lucha y tormento,
decepción, amor y sacrificio, atardeceres de oro negro y de tormentas."

—Laurence Olivier.

~*~

~UN MES DESPUÉS~

Este mes no ha sido el más emocionante, ya terminé la universidad, pero lo raro es que Sebastián ha cambiado mucho, no sé qué le pasa, cada vez que le quiero dar un beso o un abrazo me pone excusas o me cambia de tema para no mostrarme cariño, no sé qué estoy haciendo mal.

Mi cumpleaños se acerca, faltan solo 3 días! no sé porque, pero quiero hacer una fiesta, digamos que no soy muy sociable, pero lo intentaré, es que me pongo de mal humor con la gente porque no quiero que sepan cómo me siento es algo que no... mejor no pienso en eso lo que tengo que pensar es que voy a cumplir ¡21! estoy demasiado emocionada y no porque ahora puedo beber alcohol si no porque me voy a New York a cumplir mi sueño!

He ahorrado desde los 17 para esto, también recibí ayuda de parte de mi madre porque necesito un apartamento, pero pensaré en eso cuando compre el vuelo en dos meses, eso creo, bueno mejor me voy a dar una ducha.

Camino hasta la puerta del baño, me doy una relajante ducha caliente, al terminar me cepillo los dientes, me puse mi ropa interior limpia, busqué mis jeans negros raspados en las rodillas, un top rojo que queda más arriba del ombligo y mis Vans negros.

Desayuno una manzana verde, me despido de mamá, tomo mi bicicleta y salgo a dar una vuelta, creo que iré a la casa de Alice.

Quince minutos después llegue a la casa de Alice, le envié un mensaje de texto para que abra la puerta.

—¡Chloe! —me abraza con dulzura. —¿pasa algo?

—no, solo estoy un poco aburrida y como ya sabes se acerca ¡mi cumpleaños!

—¡lo sé! es muy emocionante, ven pasa, Gabriela está aquí llego hace un rato.

Gabriela, ella es amiga de Alice de tal forma nos volvimos amigas con el tiempo, ella es simpática, pero últimamente se ha comportado extraño, cada vez que me ve se tensa.

Cuando entro a la casa de Alice saludo a sus padres y subo por las escaleras hasta llegar a su alcoba.

Gabriela está recostada sobre la cama de Alice se da cuenta que entro y se tensa, no sé porque lo hace.

Contamos chistes vimos películas hablamos de cosas sin sentido hasta que Gabriela y Alice cayeron en un sueño profundo, es literalmente lo que harían unas adolescentes.

Es un poco tarde, no quiero despertarlas así que tomo una hoja del escritorio de Alice y le digo que me fui.

No quería ir a casa aún, no tengo ni una pizca de sueño, no sé a dónde ir, digamos que no tengo el mejor medio de transporte, dos minutos pasan pensado que voy a hacer, y Sebas me llama.

—hola, nena —habla con un tono de voz ronco—¿estás en tu casa?

—porque quieres saber.

—porque quiero saber dónde estás, estoy en tu casa y nadie responde la puerta.

—Ah, no, estoy en la casa de Alice, si quieres ven a buscarme.

—está bien llego en diez minutos.

Pasaron quince minutos aproximadamente, lo veo llegar en su coche, cuando se aparca al frente de mi se abre la ventana del copiloto.

—hola nena—habla con un tono ronco—¿quieres subir?

Tú, Yo y el Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora