"La vida es muy simple, pero nos empeñamos en hacerla difícil".
—Confucio.
~*~
Chloe.
—tranquila, no te preocupes estaré más atenta —le digo a mi madre al teléfono, ya que me ha llamado todo el día y no le contesté porque me quede dormida al concluir la entrevista— esta bien te amo, cuídate, ¿sí?
Después de un largo discurso de parte de mi madre, me levanto de mi cama para hacerme algo de comer, estoy demasiado hambrienta.
Camino con el móvil en la mano, y me percato que ya son las ocho pm, dormí demasiado, pero por lo menos ahora estoy más tranquila, aunque se sintió raro dormir en mi cama después de pasar la noche metida en la tina, lo pienso y no puedo evitar reírme.
*Llamada entrante de: Alex G.*
El sonido del aparato retumba en el pasillo, contesto ya que el rumor me fastidia.
—¿Si?
—Chloe ¿estas en casa? Necesito un favor.
—bueno... si estoy en casa, pero ¿Qué necesitas? —digo preocupada por su tono—.
—no es nada del otro mundo, solo necesito que vallas hoy conmigo a el restaurante ''Piccolo'' que esta en el centro, y necesito a alguien que sepa de platillos, y aquí no tengo contactos con tu experiencia en la cocina. —dice en tono desesperado—.
—pero ¿para que necesitas que valla a un restaurante?
—es que, necesito cerrar un trato con el dueño de ese local, y para dar buena impresión le dije que tenia una amiga que era profesional en el mundo de la cocina, y pues dijo que seria un gusto conocerla, pues... ¿qué dices? ¿Me ayudas?
Creo que he viso ese restaurante en las noticias, es muy difícil conseguir reservaciones, y si Alexander me invita tan apurado creo que ya reservo, o el dueño le guardo lugar, ya que me metió en esto mejor no lo dejo dar mala impresión delante de su cliente, el problema es que no estoy nada arreglada en estos momentos.
—En realidad no tengo problema, pero no estoy arreglada, ¿a qué hora es tu reunión?
—A las diez en punto, ¿crees que puedas arreglarte para las nueve y un cuarto?
—Creo que sí, no tomo mucho en vestirme, te llamare cuando estés lista.
—Te lo agradezco de verdad, primero voy a mi oficina por unas cosas, y paso a recogerte, ¿de acuerdo?
—Claro, nos vemos.
Cuelga después de despedirse, en realidad no sé cómo ocurrió esto tan repentinamente, pero lo bueno es que no tengo que cocinar, por lo que escuche es un restaurante italiano, más que perfecto.
Devuelvo mi paso hacia mi cuarto, hablando de eso, debería de dar una pequeña limpieza al apartamento, es un desastre.
Me desnudo y camino hacia el baño, tomo una ducha rápida, aseándome lo mas posible en tan poco tiempo, lavo mis dientes, y tomo un poco de crema y humecto mi rostro, envuelvo una toalla alrededor de mi cuerpo y salgo del cuarto de baño.
Abro el armario y mis esperanzas caen... ¿qué rayos me pondré para ir a un lugar tan prestigioso?
Busco y busco, y nada, ya estoy por rendirme hasta que a mi mente llega la imagen del vestido que me obligue a empacar por si las moscas, ya que no uso vestido, apenas y soporto las faldas.
Levanto mi trasero del desorden que es el suelo de mi cuarto, y abro mi maltea, y ahí está, es un vestido bastante elegante en realidad, creo que estará perfecto.
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Tú, Yo y el Destino.
Mystery / ThrillerCorrompidas son sus emociones por su pasado, alegría muestra su rostro a los demás, amistosa personalidad que la define, más fuerte moral que no la deja mirar atrás, su historia parece aburrida, simple y sin color, pero con el tiempo manchas rojas a...