3. El Regreso

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"Un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo será siempre un hermano."

—Demetrio de Falero

~*~

—Hija ven a comer, vamos que se va a enfriar tu comida.

Cuando trato de caminar hacia mi padre no puedo moverme solo puedo observar

—¡Corre hija!

me doy vuelta y veo a una niña de aproximadamente 2 años corriendo hacia él, a la mano de una mujer de aproximadamente la edad de mi padre, ellas corrían hacia él y me empujaron para abrazarlo y yo no podía entrar a ese salón, no podía cruzar esa puerta, los seguí observando, estaban riendo a carcajadas, comiendo como una familia.

De repente siento la mano de mi madre en mi hombro volteo a verla, pero cuando veo otra vez hacia la mesa, mi padre su nueva esposa e hija se estaban riendo a carcajadas de nosotras, mi madre y yo lloramos mientras ellos se burlaban, sentí un beso en la frente de parte de mi madre, lloré y lloré, y, lloré.

—¡ah!

—Tranquila hija soy yo, estabas llorando y vine a ver qué pasa, era una pesadilla, ya no llores hija, estoy contigo—dijo susurrando.

Me siento aliviada al escuchar la voz de mi madre, nunca había tenido pesadillas desde que mi padre nos dejó hace más de un año, él siempre me decía —siempre estaré contigo en las buenas y en las malas, princesa. — Pero ahora, ¿Dónde está?.

—mama, estoy bien, no te preocupes, me voy a dar una ducha.

Hice un intento de sonrisa, pero creo que hice una mueca, camino hacia el baño, abro el agua fría, necesito una ducha helada para no seguir llorando, hace mucho no lloraba se sintió bien pero no puedo más no quiero llorar más, no me lo permito, no puedo, no quiero.

Me siento en el suelo de la ducha, el agua helada me da en mi espalda desnuda, me quedo, así como por dos horas, dejo de pensar cuando escucho el sonido de mi móvil.

—quien me estará llamando ahora.

me puse de pie y agarré mi móvil. vi el nombre de Sebastián en la pantalla, le rechazo la llamada, no quiero hablar con él por ahora.

En 2 días es mi cumpleaños y digamos que ya no estoy tan emocionada ya que mi padre nos dejó justo un día después de mi cumpleaños, fue como una patada en el estómago, nos dijo que no nos quería ver más, que él amaba a otra mujer y que quería una familia con ella.

Mejor dejo de pensar en mi "padre" antes de empezar a llorar otra vez que es lo último que necesito ahora, me sequé y me puse unos shorts negros y un polo XXL así estar cómoda claro que sin sostén, me tiré boca abajo en mi cama y empecé a escuchar música para relajarme y pensar en otras cosas, pauso la música al escuchar que tocan mi puerta.

—Mama, después voy quiero relajarme.

Abren la puerta y me quedo boquiabierto.

—que yo sepa no soy tu madre.

¡Oh, Dios mío! ¡Mi mejor amigo está aquí en Oregón!

—¡Qué haces aquí!

Salto de la cama y luego encima de él, puse mis piernas en su torso, le di besos por toda la cara él se quedó quieto riendo a carcajadas y me abrazo fuertemente.

Tom, es mi mejor amigo desde que tengo memoria, su padre y el mío eran mejores amigos y desde que nacimos nos criamos como hermanos, eran porque desde que mi padre se fue, el padre de Tom dejo de tener contacto con él, dice que fue muy inmaduro de su parte, le agradezco eso a Tomás (el padre de Tom).

Tú, Yo y el Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora