Tú, Yo y el Destino.

12. Oscuridad

"No todos aquellos que viajan sin rumbo están perdidos."

—El señor de los anillos, de J. R.R. Tolkien.

~*~

—Aquí me tienes, aunque no entiendo porque quiere verme si el que debería estar en eso soy yo señorita. —Dice el frente a mi—.

En realidad no puedo moverme estoy emocionada y nerviosa ahora más que nunca, ¡Adriano Martossi! ¡Esta frente a mi!, el es el hijo menor del dueño de este hotel, era el chef del restaurante principal pero lo despidieron después de que lo encontraron teniendo relaciones sexuales con la sous chef del restaurante en la cocina, fue un escándalo, pero es un muy buen chef para tener veinte y ocho años.

—Se encuentra bien, está sonrojada —dice en un tono preocupado—.

—Si, si, me encuentro bien, solo que no pensé que sería usted señor Martossi que me había echo esta entrevista, no se supone que me la haría su ¿hermano mayor?

Ahora que lo pienso, nunca he visto al nombrado, ni siquiera su nombre, al parecer se mantiene alejado de la prensa.

—Si, es que al parecer tuvo una reunión de último minuto y administración me llamo para que la entrevistara, lo siento si la incomode por lo de las luces, en realidad no suelen hacer eso aquí.

—Oh, despreocúpese, fue más interesante de echo.

—Bueno fue un placer señorita Cooper.

—Espere ¿sabe mi nombre?

—¿que clase de entrevistador sería si no investigara todo sobre usted antes?—dice con una sonrisa hermosa en su rostro.

—Tiene un punto.

Adriano Martossi, es un hombre bastante apuesto, tiene el cabello castaño oscuro, ojos color verde intenso, sus labios son carnosos, nariz perfilada y pómulos distinguidos.

Su cabello está peinado hacia atrás a la perfección, tiene un traje color azul oscuro, con una camisa blanca abajo de este, una corbata de color rojo vino, y un hermoso reloj en su muñeca izquierda.

—Creo que está babeando un poco señorita Cooper.

Me asusto por el repentino comentario, mi cara toma todos los tonos rojos imaginables.

—Y..Yo lo siento —digo incómoda— ¿La entrevista concluyó? —comento rápidamente así no se nota lo nerviosa que estoy.

—Sonríe con suficiencia— Si, si desea puede retirarse y, no se preocupe, las mujeres me miran de esa forma todo el tiempo. —dice con un tono engreído—.

—me pongo seria— Fue un gusto señor Martossi, espero verlo pronto y, gracias por la interesante entrevista. —digo acercándome para estrechar su mano—.

—Lo mismo digo señorita Cooper, nos vemos pronto. —finaliza estrechándome la mano y con una sonrisa en su rostro—.

—Hasta luego.

Al terminar de despedirme, salí por la gigantesca puerta, camine por el pasillo hasta llegar al elevador, presiono el botón
Y espero varios segundos.

Cuando las puertas se abren me congelo.

—¡Chloe!

—¡¿Kamila?!

—¿Que demonios haces aquí, te juro, que si me dices que trabajas aquí voy a ser la mujer más feliz del mundo —lo dice con una sonrisa honesta en su rostro—.