Tú, Yo y el Destino.

13. Arrugada

"No importa las condiciones en las que uno nace, sino lo que llega a ser cuando crece."

—Harry Potter y el cáliz de fuego, de J.K.

~*~

—Entonces, cuéntame ¿cómo es el trabajo en el Hotel? —Digo mientras Kamila y yo nos sentamos en un café de la avenida principal—.

—Digamos que es muy interesante, ya que siempre hay un drama entre los trabajadores, y lo más importante es que los jefes están buenísimos. —dice con una sonrisa mientras se acomoda en su asiento y toma el menú.

—Me imagino, todos esos hombres élite ahogándose con trabajo, aunque para ser sincera los jefes del hotel tienen que estar más que ocupados, con el nuevo restaurante, el hotel y la administración no tendrían tiempo.

—Lo se, verdad, pero para eso está la marioneta. —dice con cara larga—.

—¿Marioneta?

—Yo, claro.

—¿De que hablas? —digo con tono curioso—.

—Soy la asistente de todos, literalmente soy la asistente hasta del asistente del jefe corporativo.

—Oh Dios, ni me imagino, pero eso es demasiado, hay como cinco jefes con asistentes y ¿tienes que atenderlos? ¿A todos?

—Sip.

—Oh Dios, ¿¡pero como puedes con tanto!?

—En realidad ya estoy hasta el límite, me levanto a las cuatro de la madrugada para irme a las oficinas y tomar un descanso de quince minutos a las cuatro treinta y irme a casa a las una de la madrugada. —dice con tono de cansancio en su voz.

—Por Dios Kamila, como puedes estar tan animada todo el tiempo, con razón cuando nos conocimos estabas tan apurada a las once de la noche para llevarle un chocolate a alguien.

—Pero que no se te ocurra decirle a nadie que Rebeca bebé chocolate caliente, porque si ella se entera que sabes podrían despedirnos.

—¿Pero porque? —digo con confusión en mi voz.

—Esto es New York Chloe y ella es Rebeca Floyd "esposa" del futuro de ese hotel y joven millonario, ¡además!es administradora del área de restaurante, donde trabajarás tú, pero por alguna razón cree que soy su asistente, y no puedo hacer nada, y por eso lleva una dieta de sólo comida de "conejo" y bebe chocolate a escondidas.

—¿Rebeca no es la chica despampanante de hace una hora?

«Ese nombre, ¿lo habré escuchado en alguna parte?»

—La misma. —hace una pausa y susurra entrecerrando sus ojos— bruja.

—sonrío— puedo ver que no te agrada la tal Rebeca, pero espera ¿ella será mi jefa?

—Afirmativo, estás jodida pequeña Chloe.

—Oh Dios, porque tengo que ser tan odiosa.

—No eres odiosa, eres sincera así que tranquila, pidamos algo.

No sé cuánto tiempo pasó, pero cuando terminamos de charlar, nos despedimos, Kamila se fue a la librería de su abuelo, yo por otro lado quise ir al parque a leer y espero que esta vez no me arruinen el libro.

Camino por las avenidas hasta llegar al Central Park, abro paso por el rocoso camino hasta llegar a una banca al lado de un poste de luz amarillenta.

Me acomodo en el asiento y saco mi libro favorito, ya no me acuerdo cuantas veces he leído este libro, pero han sido muchas —hasta me se páginas de memoria—, una de mis frases favoritas de el libro es: "Haz una pausa, Alza la mirada y aprecia la vida, porque no hay segundas oportunidades."