6. El Taxi

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"El conocimiento se adquiere leyendo la letra pequeña de un contrato; la experiencia, no leyéndola."

—Francis Bacon

~*~

«Que hermosa vista»

Pensé al ver por la ventanilla del avión.

Ya casi llegamos, nos falta menos de una hora para aterrizar.

Pasando el tiempo, dormí, comí, vi películas y claro fui al baño un par de veces.

Una hora y media más tarde aterrizó el avión victoriosamente, tenía los nervios de punta pero no los demostraba tanto.

Tome mi maleta de mano, y salí del avión, después de un rato ya que había echo todo el "checkout" iba a comprarme algo en el aeropuerto pero aquí todo es excesivamente caro así que mejor cuando llegue al apartamento pensaré en que hacer.

Me quede sentada en una banca, tenía prisa pero tengo que enviarle un mensaje a mi madre a Tom y a Alice que he llegado sana y salva a New York.

Después de terminar de avisarle a todos, vi la hora y ya son las 6:32 pm.

Me puse como loca porque al mirar afuera del aeropuerto no quedaban taxis.

«oh mierda, que voy a hacer»

Pero milagrosamente vi un taxi, es extraño que en un aeropuerto no allá taxis a esta hora pero en ves de quedarme a pensar fui corriendo hacia el sin mirar quien estaba alrededor.

Cuando fui apurada a abrir la puerta del coche, al tocar el manubrio del mismo sentí otra mano encima de la mía.

Cuando gire mi cabeza para ver qué rallos estaba ocurriendo mis ojos se abrieron por un momento pero después volví a la normalidad, no quiero mostrar mis emociones no aquí, no ahora que estoy apurada.

Pero deje de pensar cuando le vi la cara a la persona que tenía su mano encima de la mía.

Es un hombre, muy apuesto de echo, es muy alto, de piel morena tiene el cabello negro perfectamente peinado hacia atrás, tiene ojos color miel, una mandíbula perfectamente delineada, tiene muy buen cuerpo, viste una camisa gris con la mangas dobladas hasta los codos, pantalones negros y zapatos elegantes del mismo color.

Creo que notó que lo mire de arriba abajo porque en su rostro se formó una pequeña sonrisa.

Antes de que me quede aquí sin hacer nada, hablo.

—Este taxi es mío. —afirmo—

lo dije con rabia porque deveras estoy apurada porque mientras iba en el avión me avisaron por correo que a las 8:00 pm me entregan las llaves del apartamento y debo estar puntual.

—Bueno preciosa, lo siento muchísimo pero cómo notarás no veo más taxis por aquí y estoy demasiado apurado.

—Pues yo lo siento porque necesito llegar puntual a un lugar así que se un caballero y espera a otro taxi, no quiero ser inmadura pero yo lo vi primero.

Antes de que el contestara note que aún nuestras manos estaban en contacto y me sonroje quite mi mando rápidamente, abrí la puerta y le dije mi dirección al taxista, creo que la dije muy alto porque el chico antes de que cerrara la puerta la abrió y se adentro en el coche.

—¿Que estás haciendo?

—Escuche tu dirección y no sé si es pura coincidencia pero vivo a tres calles de ahí, así que compartiremos taxi.

—Em.. —lo pensé por unos segundo y que más da— Esta bien. —abrí la puerta del coche otra vez porque noté que había dejado mis maletas afuera, las puse en la parte de atrás del taxi. Y me adentré a él otra vez.

Tú, Yo y el Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora