Capitulo XVIII:Llegada

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Narra Cristóbal

Llevamos al menos una hora en el auto mientras nos dirigimos a casa, la verdad hace mucho que no veo a mi tía Alina, casi ni recuerdo cuando fue la última vez que estuve con ella. Tenía unos 8 años cuando fue a Venezuela a vernos la última vez, su trabajo en la compañía suele ser bastante rigoroso y más desde la muerte de mi tío hace 2 años, a pesar de muchas cosas siempre a sido una mujer bastante decidida y fuerte. Tiene mi admiración

-¿Nos falta aún mucho para llegar?-pregunta Reinaldo con fastidio

-Solo es cuestión de paciencia señor Ramírez-contesta Ricardo mientras conduce

-Vamos, llevamos al menos unos 40 minutos en el auto, creo que ya e visto las mismas colinas unas 8 veces-se queja Reinaldo

Le doy un fuerte codazo a Reinaldo en el abdomen indicándole que se haga silencio a lo que el parece entender enseguida y se limita a acomodarse nuevamente en su asiento

-Disculpa por eso, pero la verdad si a pasado algo de tiempo-habla Cristóbal de forma más cortes

-Discúlpeme señor Buenavista, me informaron que en la autopista centra se encuentran ciertas dificultades por lo que decidí tomar la ruta larga para poder ahorrar tiempo-contesta Ricardo de forma más tranquila

-Gracias por ello

Miro a Elizabeth la cual se quedó dormida con Ema en brazos a mi lado, siempre suele ser bastante tranquila. Hace unas semanas se ha vuelto muy tranquila y cariñosa a veces pienso quien es la niña pequeña si Elizabeth o Ema

-Muy bien, ya que estamos aquí-se remueve en su asiento-¿Por qué no nos hablas un poco de ti?-ofrece Reinaldo de forma tranquila

Ricardo permanece en silencio por un momento mientras Ricardo y yo nos miramos sin entender el por que

-¿Qué desean saber?-habla Ricardo después de un momento

-¿Hace cuento trabajas para la señora Alina?-suela Reinaldo sin mas

-La señora Buenavista me contrato hace aproximadamente 6 meses para ayudarle en algunas áreas de su trabajo. Desde la muerte de su esposo busco más personal para las labores de mayor confianza-contesta de forma formal y tranquila

-Entiendo... ¿Qué te motivo a aceptar el trabajo?-pregunta Cristóbal

-A pesar de la paga me enfoque mucho más en lo que sabía de su familia. Su tío Edmund era gran amigo de uno de mis antiguos jefes, por lo tanto ya había llegado a hablar con ellos antes. Y bueno, al enterarme del fallecimiento del señor Edmund fue una noticia bastante abrumadora-cuenta Ricardo con ligera melancolía

-Si... El tío Edmund siempre fue una gran persona-responde Cristóbal melancólico

-Bien, para no desviarme del tema a fin de cuenta en una reunión casual de la empresa fui invitado y al hablar con la señora Alina me ofreció el trabajo, el cual acepte con gusto-contesta Ricardo

-Bueno... La verdad nunca conocí al señor Edmund, en cambio si tengo pequeños recuerdos de la señora Alina de su última visitan a Venezuela-habla Reinaldo mirando a ambos

-El no era mucho de viajar-se encoje de hombros Cristóbal

Reinaldo me mira extrañado y luego ve a la ventana distrayéndose en el paisaje, mientras Ricardo vuelve a guardar silencio mientras conduce

Mi tío Edmund siempre fue una eminencia en la familia, el fundo la empresa familiar Votre rêve una de las empresas de marketing más exitosas de Francia. Una gran empresa que se dedica a distribución y elaboración de múltiples ideas haci como inversiones a ciertos proyectos. Pero su mayor logro es la editorial Votre plus grand désir. La cual ya a producido grandes colecciones literarias desde romance hasta biografías

-Estamos por llegar-habla Ricardo de improvisto

-¡Ya era hora!-exclama Reinaldo

Muevo suavemente a Elizabeth para despertarla a lo que ella solo se acurruca más a mi, confieso que me resulta algo tierno cuando se pone así

Ema abre lentamente sus ojos y me encuentro de inmediato con esos hermosos ojos de color miel que me hacen recordar que mi universo entero se encuentra en ese pequeño ser viviente

Al verla la retiro con suavidad de los brazos de Elizabeth y la cargo un momento. Esa mirada. Tan llena de amor y ternura es más que suficiente como para convertirme en el hombre más feliz de este mundo

-Sabía que podía dormir tranquila estando a tu lado-habla Elizabeth mientras abre sus ojos

-Ya estamos llegando-habla Cristóbal con una sonrisa mientras ve a Ema

-Ya era hora-exclama Reinaldo-Estoy con unas ganas de cagar enormes

-Siempre tu-ríe Elizabeth

El auto da la vuelta en una gran urbanización un tanto apartada de la ciudad donde automáticamente al ver el auto se abre el gran portón permitiéndonos el paso, avanzamos unos 200 metros y luego vemos una gran casa de dos pisos en la cual hay un gran garaje junto con una amplia entrada de hermoso jardín adornada con rosas, tulipanes y lilium, un hermoso camino adoquinado lleva hasta la puerta doble de madera, aparcamos el auto y bajamos

Abro la puerta y bajo junto con Elizabeth y Ema en mis brazos, mientras Reinaldo baja por la otra puerta, Ricardo apaga el motor y baja del auto mientras la camioneta se estaciona detrás de nosotros junto con los empleados que traen nuestro equipaje

-Bienvenue, amour-exclama una dama vestida de azul de mediana edad

-¡Tia Alina!-exclama Cristóbal con emoción mientras le entrega a Ema a Elizabeth

-¡Sobrino mio!-exclama la dama mientras se acerca hasta el y le da un enorme abrazo

-Oh, un bien passéou le temps

-Beaucoup tia

-Y ¿me presentaras a nuestros invitados?-pregunta Alina

-Por supuesto-contesta Cristóbal mientras la guía hasta los demás

-Tía él es Reinaldo mi mejor amigo

-Como no recordarlo, fueron el y Cristofer los que llenaron mis zapatos de fango hace barrios años-sonrie Alina mientras le toma de la mano

-Ehhh, es una lástima que no sean otros recuerdos-rie Reinaldo-Un gusto verla nuevamente señora Alina

-Y ellas es

-La señorita Elizabeth por supuesto-exclama Alina-No sabes cuánto me complace conocerte-saluda Alina besándole ambas mejillas

-El gusto es mio-sonrie Elizabeth sonrojada

-Awwww, esta debe ser la más reciente inclusión a la familia-exclama al ver a Ema-Se parece mucho a su padre-sonríe mientras le acaricia una mejilla

-Siempre lo he dicho-sonríe Elizabeth sonrojada mirando a Cristóbal

-Ya habrá tiempo de mimos, an de estar cansados es hora de entrar. Los empleados bajaran sus maletas. Entremos-indica Alina a lo que los demás la siguen

Hoy será un gran día

Un secreto en ParisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora