Narra Amber
Albert y yo quedamos en vernos está noche para cenar, parece que tiene la tarde algo ajetreada por ello insistió en mover la hora del encuentro. Son cerca de las 4 de la tarde mientras decido sentarme en la sala durante un rato a descansar de una gustosa tarde en la piscina
Es cuando no puedo evitar contemplarlo. Lleva mucho tiempo allí, unos 8 o 9 años. Puede que sean más al igual que menos
Un cuadro de bordes barnizados adorna el costado del piano del recibidor casi junto encima de él, los pétalos delicados y suaves de una peculiar orquídea negra hacen matiz con los colores del fondo de un escenario boscoso y húmedo de algún lugar de Latinoamérica
Mamá pinto ese cuadro por casi un mes enteró, fue ilustrado a base de una fotografía tomada por una de sus amigas botánicas la cual nos visitaba a menudo, en miles de oportunidades fui testigo de las trazadas de diferentes pinceles apoyados en ese lienzo al igual que cada cambio y error que terminó en un nuevo comienzo del cuadro
La belleza es un don que va más allá de la simple estética física, es una hermosa ilustración de un espacio misterioso. Que lo hace mucho más bello
Albert aparece tras el umbral de la puerta principal mientras frente a él pasa una silueta muy conocida
-Hola papá-saluda Amber mientras mira la llegada de su progenitor
-Buenas noches hija. Te debo informar que tenemos una conversación pendiente la cual debe ser atendida de forma inmediata-habla Alexander mientras se acerca y toma asiento en uno de los sofás de la estancia
-Muy bien, ¿Que ocurrió en la empresa? Imaginó que se trata de algún déficit o quizás una noticia de los inversores
-Nada de eso, se trata de una reunión en la sede de París a la cual se debe acudir mañana a horas cercanas a la mañana-habla el empresario mientras mira directamente a su hija
-Eso lo entiendo. ¿Desea que gestione un presupuesto para los invitados?-pregunta la joven mientras saca su celular
-No
-Te converso de ello para informarte que irás a París hoy en la noche para estar por la mañana en la reunión. Yo no me presentaré-contesta tajante mientras mira a Albert-Prepara todo para ella. El vuelo sale a las 10:35 pm. Quiero evitar cualquier tipo de retraso al igual que dificultades
-¿Asi? ¿Eso es todo? Sin preguntar, alguna opinión o charla mutua
-No. Es tu trabajó, la señorita Benedetti viajará contigo me tomé la molestia de avisarle hace una hora. Alista tus cosas como acabas de por no deseo retrasos de ningún tipo-contesta Alexander mientras se levanta y mira a su hija
-Me ausentaré esta noche, descansa feliz viaje
Alexander camina nuevamente hasta la puerta y sale dejando a Amber sola junto a Albert el cual solamente permanece en un silencio casi eterno hasta que al fin se ve interrumpido
No puedo evitarlo... Esto no debe ser... Yo tenía planes... Tengo una vida, una conciencia. Soy dueña de mis propias palabras...
Aprieto mis manos en puños mientras me levanto y me tenso debido a la impotencia. Cada plan hecho durante semanas... Cada sonrisa, cada susurro... Todo es tirado por la borda... Sin el mínimo derecho a la palabra
Albert se acerca a mí y saca de su sacó un pañuelo de seda de color crema con el cual limpia mis lágrimas. Para luego rodearme con uno de sus brazos logrando que rompa en llanto
Libertad... Tener que cargar con algo que no deseo... Tener que ser... Quién no soy... Siempre estar a la orden de otros... Siempre estar en soledad...
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Un secreto en Paris
RomantizmLa vida de Amber Di Giacomo y Cristóbal Buenavista se convirtió en un evento inesperado el cual desató una gran oleada de emociones nunca antes conocidas por ninguno de ellos, después de vivir las mejores 24 horas de sus vidas estos se ven envueltos...