ii. CAPÍTULO UNO, PARTE DOS.

1.3K 99 39
                                    


CAMOUFLAGE.
Capítulo uno, parte dos.

Ander me sujeta entre sus brazos mientras yo sollozo sin parar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ander me sujeta entre sus brazos mientras yo sollozo sin parar. Me da vueltas la cabeza, estoy muy mareada y es por la mezcla de alcohol y culpa que lleva dentro. No sé cuál destaca entre la otra, pero me está matando y quiero que pare. Tengo un nudo en la garganta que no baja ni empujado por las lágrimas que se cuelan en mi boca y rozan mi campanilla, y las piernas me tiemblan como flanes al ver a mi tía sentada en la silla de la interrogadora. Otra vez. Estoy harta de esto, de que se siempre lo mismo una y otra vez y que estemos nosotros implicados en todo.

Miro a Samuel de reojo y reprimo una arcada. No puedo. No puedo más con todo esto.

Ander cierra los ojos y se apoya en mi hombro.

—No lo mires. —Me dice.

—No puedo evitarlo.

—Es un puto cabrón, no merece que encima de esto estés así por él.

Me aprieta contra él y cierro los ojos por un momento, intentando despertar y fingir que no ha pasado nada de esto realmente.

Recuerdo que el día en el que Polo me llamó por teléfono no supe cómo reaccionar. Me quedé estática mirando el nombre en la pantalla de mi móvil, cómo parpadeaba y la manera en la que sus ojos azules brillaban en su foto de perfil. Nunca me había aterrado tanto un simple nombre, o una mera situación.

Me lo pensé dos veces, y cogí la llamada, aún sin saber qué decir.

Tragué saliva, y él me escuchó.

—¿Em? —pronunció, y todo mi cuerpo sufrió una bajada de tensión—. Me has cogido el teléfono. Pensé que no lo harías.

—No pensaba hacerlo. —Respondí.

Hubo un silencio y él volvió a hablar.

—Al menos has tenido la decencia de cogerme la llamada. Llevo horas intentando hablar con Ander y ni siquiera da señales de vida —me contó—. ¿Cómo estás? ¿Has pasado bien las Navidades...? He escuchado que estás saliendo con Samuel y me ha tomado por sorpresa, si te soy since...

—¿Qué cojones quieres? —me titubeó la voz y quise abofetearme por un momento—. ¿Cómo tienes los huevos de llamarme y preguntarme por las putas vacaciones? ¿Estás pirado?

—Em, por favor, escúchame... Lo siento. No debí haberte metido en todo aquello. Fui un idiota, tuve que haberte mantenido al margen... ¡Joder, lo siento! Me consume por dentro que se fuera a la mierda tan rápido.

Comencé a respirar agitadamente. ¿No podía simplemente desaparecer de nuestras vidas? ¿De mi vida?

—Mira, déjame en paz, por favor. Si tanto lo sientes, déjame en puto paz y no vuelvas a dirigirme la mirada ni la palabra y mucho menos te intentes acercar a mí, ¿te enteras? No quiero saber nada de ti —espeté—. Eres un puto asesino y un mentiroso y un manipulador, y no te soporto.

𝐂𝐇𝐀𝐌𝐄𝐋𝐄𝐎𝐍 | ÉLITEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora