Lucius llegó al Ministerio de Magia el 3 de Marzo a las 10:50 am por la entrada del váter, como visitante.
Llevaba puesta una de sus túnicas de diario más caras y elegantes, el cabello peinado y arreglado y su bastón con cabeza de serpiente que ocultaba su varita. Antes de acudir se había duchado y perfumado exhaustivamente para lucir perfecto en el juicio.
Juicio que se daba porque su viejo amigo Severus Snape lo había denunciado por maltrato a su hijo.
Lucius maldijo el día en el que nombró a ese narigudo ser el padrino se su pequeño Draco.
Cogió el ascensor junto con una señora bajita, vestida completamente con lana rosa y con cara de sapo.
Realmente, esa mujer no tenía sentido de la moda. No había nada más horrible que la ropa tejida a mano como aquella, y era aún más fea si era rosa.
La señora tenía una sonrisa enfermiza plantada en su redondo rostro, lo cual la hacía lucir aún más fea. Para colmo, olía a gato y a perfume de abuela.
Lucius le dió al botón de su planta con la intención de salir lo antes posible de ahí.
"Buenos días"
El hombre maldijo a Merlín por haberle dado a aquella horrenda mujer una voz tan chillona.
"Buenos días"
"¿Departamento de Misterios?"
"En efecto" vió que no pulsaba ningún botón (mierda) "¿usted igual? (No, no, no, no, no, no)"
"Correcto"
Jodeeeeer. Iba a tener que aguantarla todo el trayecto en ascensor.
Por suerte para el rubio, las puertas se abrieron casi de inmediato y ambos salieron.
Recorrieron el mismo camino hasta el juzgado y, al Lucius ver que la mujer se echaba por encima la ropa de jueza, la dejó pasar antes en un gesto de caballerosidad, con una gran sonrisa.
Cuando el rubio entró, vio una sala llena de jueces vestidos con túnicas de quita-y-pon negras y birretes. Al centro de todos estos, estaba el ministro Cornelius Fudge, sentado en un trono con un mazo. A un lado de la sala, había una mesita con una mujer joven, un pergamino y una pluma.
Delante de los jueces habían dos sillas: Una, la suya, estaba vacía y la otra la ocupaba Severus, que miraba a su viejo amigo de manera indiferente.
Lucius le dedicó una mirada fría, saludó a los jueces y se sentó.
El escrito del caso quedó así:
"Caso 286:
Vista del 3 de marzo a las 11:10 de la mañana.
Demandante: Severus Tobías Snape.
Demandado: Lucius Abraxas Malfoy.
Juez principal: Cornelius Fudge.
C. Fudge: Buenos días. Para dar comienzo a la vista, le ruego al señor Snape que exponga los hechos tal y como él los conoce.
S. Snape: -se levanta- Buenos días y gracias por recibir mi caso. El motivo de mi denuncia al señor Malfoy es que he sido informado de que ha estado aplicando la maldición Cruciatus a su hijo, Draco Lucius Malfoy, durante cuatro años seguidos cada vez que este tenía un mal comportamiento.
C. Fudge: ¿Qué relación tiene usted con el señor Malfoy o su hijo?
S. Snape: Lucius y yo nos hicimos amigos mientras cursabamos Hogwarts y conservamos nuestra amistad después de esto hasta el día de hoy. El joven Draco es mi ahijado, señoria.
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Con Severus mirando (Drarry)
RomanceDraco y Harry se acercan el uno al otro, rapido, fogoso, necesitado, necesitaban ese beso, lo llevaban necesitando toda su vida, pero lo acababan de descubrir. Sus labios se juntaron y se movieron un poco, el joven moreno empujo los labios del albin...