4. El boggart.

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(VIOLET)

Malfoy no volvió a las aulas hasta última hora de la mañana del jueves, cuando los de Slytherin y los de Gryffindor estabamos en mitad de la clase de Pociones.

Entró con aire arrogante en la mazmorra, con el brazo derecho en cabestrillo y cubierto de vendajes, comportándose como un idiota... nada raro en realidad.

-¿Qué tal, Draco? -dijo Pansy Parkinson, sonriendo como una tonta-. ¿Te duele mucho?

-Sí -dijo Malfoy, con gesto de hombre valiente pero pude notar como guiñaba un ojo a cerdo uno y cerdo dos en el instante en que Pansy apartaba la vista.

-Siéntate -le dijo el profesor Snape amablemente.

En poco tiempo había notado que Snape siempre favorecía a Slytherin y pisoteaba a las demas casas. El había sido uno de los profesores que ayudaron en mi tratamiento.

Harry y Ron se miraron frunciendo el entrecejo.

Aquel día elaborabamos una nueva pócima, una solución para encoger. Hasta ahora parecía conocer todo lo que enseñaban, conforme veía algunas cosas mis conocimientos surgían.

Malfoy colocó su caldero al lado de Harry y Ron, para preparar los ingredientes en la misma mesa.

-Profesor -dijo Malfoy-, necesitaré ayuda para cortar las raíces de margarita, porque con el brazo así no puedo.

-Weasley, córtaselas tú -ordenó Snape sin levantar la vista.

Ron se puso rojo como un tomate. -No le pasa nada a tu brazo -le dijo a Malfoy entre dientes.

Malfoy le dirigió una sonrisita desde el otro lado de la mesa -Ya has oído al profesor Snape, Weasley. Córtame las raíces.

Ron cogió el cuchillo, acercó las raíces de Malfoy y empezó a cortarlas mal, dejándolas todas de distintos tamaños.

-Profesor -dijo Malfoy, arrastrando las silabas-, Weasley está estropeando mis raíces, señor.

Snape fue hacia la mesa, aproximó la nariz ganchuda a las raíces y dirigió a Ron una sonrisa desagradable, por debajo de su largo y grasiento pelo negro. -Dele a Malfoy sus raíces y quédese usted con las de él, Weasley.

-Pero señor... - Ron había pasado el último cuarto de hora cortando raíces en trozos exactamente iguales.

-Ahora mismo -ordenó Snape, con su voz más peligrosa. Ron cedió a Malfoy sus propias raíces y volvió a empuñar el cuchillo.

-Profesor, necesitaré que me pelen este higo seco -dijo Malfoy, con voz impregnada de risa maliciosa.

-Potter, pela el higo seco de Malfoy -dijo Snape, echándole a Harry la mirada de odio que parecía reservar sólo para él.

Harry cogió el higo seco de Malfoy mientras Ron trataba de arreglar las raíces que ahora tenía que utilizar él.

Harry peló el higo seco tan rápido como pudo, y se lo lanzó a Malfoy sin dirigirle una palabra.

La sonrisa de Malfoy era más amplia que nunca. -¿Han visto últimamente a su amigo Hagrid? -nos preguntó en voz baja.

-A ti no te importa -dijo Ron entrecortadamente, sin levantar la vista.

-Me temo que no durará mucho como profesor -comentó Malfoy, haciendo como que le daba pena-. A mi padre no le ha hecho mucha gracia mi...

Di un golpe a la mesa que hizo que los trés me voltearan a ver con sorpresa y que Malfoy se callara -¿Cuando dejaras de ser un bebé llorón y caprichoso que solo vive para molestar a los demas?- la mirada que le dirigí a Malfoy mientras le hablaba pareció hacerlo encoger-¿Ahora me irás a acusar con papi? - le dedique una amplia sonrisa maliciosa que pareció aterrarlo.

Violet su amnesia y el prisionero de algo llamado Azkaban.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora