(VIOLET)
En la torre de Gryffindor nadie pudo dormir aquella noche. Sabían que el castillo estaba volviendo a ser rastreado y todo el colegio permaneció despierto en la sala común. esperando a saber si habían atrapado a Black o no. La profesora McGonagall volvió al amanecer para decir que se había vuelto a escapar. Por cualquier sitio por el que pasaran al día siguiente encontraban medidas de seguridad más rigurosas. El profesor Flitwick instruía a las puertas principales para que reconocieran una foto de Sirius Black. Filch iba por los pasillos, tapándolo todo con tablas, desde las pequeñas grietas de las paredes hasta las ratoneras. Sir Cadogan fue despedido. Lo devolvieron al solitario descansillo del piso séptimo y lo reemplazó la señora gorda. Había sido restaurada magistralmente, pero continuaba muy nerviosa, y accedió a regresar a su trabajo sólo si contaba con protección. Contrataron a un grupo de hoscos troles de seguridad para protegerla.
Harry y yo no podíamos dejar de notar que la estatua de la bruja tuerta del tercer piso seguía sin protección y despejada. Parecía que Fred y George estaban en lo cierto al pensar que ellos, y ahora Harry, Ron, Hermione y yo, eran los únicos que sabían que allí estaba la entrada de un pasadizo secreto.
-¿Crees que deberíamos decírselo a alguien?- preguntó Harry a Ron.
-Sabemos que no entra por Honeydukes- dijo Ron -Si hubieran forzado la entrada de la tienda, lo habríamos oído.
Ron se convirtió de repente en una celebridad. Por primera vez, la gente le prestaba más atención a él que a Harry, y era evidente que a Ron le complacía, le encantaba contarle a todo el mundo los pormenores de lo ocurrido -Estaba dormido y oí rasgar las cortinas, pero creí que ocurría en un sueño. Entonces sentí una corriente... Me desperté y vi que una de las cortinas de mi cama estaba caída... Me di la vuelta y lo vi ante mí, como un esqueleto, con toneladas de pelo muy sucio... empuñando un cuchillo largo y tremendo, debía de medir treinta centímetros, me miraba, lo miré, entonces grité y salió huyendo.
-Pero ¿por qué se fue?- preguntó Ron a Harry cuando se marcharon las chicas de segundo que lo habían estado escuchando.
A mi me citaron en la enfermería, la señora Pomfrey creía que el susto podría afectar a mi salud.
-¿Cómo te has sentido?- me preguntaba mientras revisaba mis ojos -¿Cansancio? ¿mareos? ¿alguna otra cosa?
-Solo he estado algo cansada- respondí.
-Y a mí me dijo que se ha sentido mareada- agregó Hermione que había insistido en acompañarme.
Pomfrey hizo un gesto de disgusto -¿Has recordado algo?
-Creo que sí- dije aunque no me gustaba pensar mucho en eso -Recorde a un niño y una niña pequeños, creó que la niña era yo y el niño mi hermano.
-Eso podría explicar los mareos y el cansancio- la señora Pomfrey se dio la vuelta y tomo algunos frascos de los que hizo algunas combinaciones y me lo dio a tomar -esto te ayudara- me dijo -tomatelo todo, te dolera un poco la garganta pero te sentiras mejor.
Un poco resulto no ser una descripción exacta, despues de unos minutos después de que me lo tomara y Hermione y yo salieramos de la enfermería comencé a toser y a quejarme del ardor -es horrible le dije a Hermione.
-Dale tiempo, seguro se te quitará- me dijo mientras masajeaba un poco mi espalda.
-Es como fuego- los masajes casi no ayudaban.
Neville había caído en desgracia. La profesora McGonagall estaba tan furiosa con él que le había suprimido las futuras visitas a Hogsmeade, le había impuesto un castigo y había prohibido a los demás que le dieran la contraseña para entrar en la torre. El pobre Neville se veía obligado a esperar cada noche la llegada de alguien con quien entrar, mientras los troles de seguridad lo miraban burlona y desagradablemente. Ninguno de aquellos castigos, sin embargo, era ni sombra del que su abuela le reservaba; dos días después de la intrusión de Black, envió a Neville lo peor que un alumno de Hogwarts podía recibir durante el desayuno: un vociferador. Las lechuzas del colegio entraron como flechas en el Gran Comedor; llevando el correo como de costumbre, y Neville se atragantó cuando una enorme lechuza aterrizó ante él, con un sobre rojo en el pico. Harry y Ron, que estaban sentados al otro lado de la mesa, reconocieron enseguida la carta. También Ron había recibido el año anterior un vociferador de su madre.
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Violet su amnesia y el prisionero de algo llamado Azkaban.
FanfictionViolet desperto de la nada en la enfermería de Hogwarts, con un horrible dolor de cabeza y la extraña sensación de que algo faltaba, pronto descubrío el que. A decir verdad no era nada importante solo era su vida, su familia, momentos felices y tris...