Violet su amnesia y el prisionero de algo llamado Azkaban.

13. La falsa esperanza.

(VIOLET)

A medida que se aproximaba junio, los días se volvieron menos nublados y más calurosos, y lo que a todo el mundo le apetecía era pasear por los terrenos del colegio y dejarse caer en la hierba, con grandes cantidades de
zumo de calabaza bien frío, o tal vez jugando una partida improvisada de gobstones, o viendo los fantásticos movimientos del calamar gigante por la superficie del lago.

Pero no podiamos hacerlo. Los exámenes se echaban encima y, en lugar de holgazanear, teníamos que permanecer dentro del castillo haciendo enormes esfuerzos por concentrarnos.mientras por las ventanas entraban. Incluso se había visto trabajar a Fred, a George y a Calem que estaban a punto de obtener el TIMO (Título Indispensable de Magia Ordinaria).

Percy trataba de obtener las notas mas altas, se ponía cada vez más nervioso y castigaba muy severamente a cualquiera que interrumpiera por las tardes el silencio de la sala común. De hecho, la única persona que parecía estar más nerviosa que Percy era Hermione.

Harry y Ron habían dejado de preguntarle cómo se las apañaba para acudir a la vez a varias clases, pero no pudieron contenerse cuando vieron el calendario de exámenes que tenía.

-¿Hermione? -dijo Ron con cautela, porque aquellos días saltaba fácilmente cuando la interrumpían-. Eeeh... ¿estás segura de que has copiado bien el calendario de exámenes?

-¿Qué? -dijo Hermione bruscamente, cogiendo el calendario y observándolo -Claro que lo he copiado bien.

-¿Serviría de algo preguntarte cómo vas a hacer dos exámenes a la vez? -le dijo Harry.

-Ya sabes que no- respondí en lugar de Hermione bajando un libro que estaba leyendo.

Hermione asintió con la cabeza y empezó a revolver entre montañas de pergaminos en busca de algun libro.

Entonces se oyó un leve roce en la ventana. Hedwig entró aleteando, con un sobre fuertemente atenazado en el pico.

-Es de Hagrid -dijo Harry, abriendo el sobre -La apelación de Buckbeak se ha fijado para el día 6.

-Es el día que terminamos los exámenes -observó Hermione, que seguía buscando el libro.

-Y tendrá lugar aquí. Vendrá alguien del Ministerio de Magia y un verdugo.

Los tres lo miramos sobresaltados.

-¡Traen a un verdugo a la sesión de apelación! Es como si ya estuviera decidido -dijo Hermione.

-Sí, eso parece -dijo Harry pensativo.

-¡No pueden hacerlo! -gritó Ron -¡He pasado años leyendo cosas para su defensa! ¡No pueden pasarlo todo por alto!

-No quiero asustarlos pero... tengo la terrible sensación de que ya tomaron su decisión- deje a un lado el libro en el que ya no me podía concentrar y mire a Harry quien asintió de acuerdo conmigo

Lo peor de todo era que no teníamos tiempo ni ocasión de visitar a Hagrid, porque las nuevas y estrictas medidas de seguridad no se habían levantado.

Comenzó la semana de exámenes y el castillo se sumió en un inusitado silencio. Pero yo me sentia mejor que nunca desde que había despertado en la enfermería.

El lunes, al salir de examen de Transformaciones a la hora de la comida. Todos parecían agotados comparando lo que habían hecho y quejándose de la dificultad de los ejercicios, consistentes en transformar una tetera en tortuga. Hermione irritó a todos porque juraba que su tortuga era mucho más galápago, cosa que a los demás les traía sin cuidado.