5. La desaparición de la señora gorda.

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(VIOLET)

En muy poco tiempo, la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras se convirtió en la favorita de la mayoría. Sólo Draco y su banda de Slytherin criticaban al profesor Lupin.
Sus siguientes clases fueron tan interesantes como la primera. Después de los boggarts estudiamos los gorros rojos, unas criaturas pequeñas y desagradables, parecidas a los duendes, que se escondían en cualquier sitio en el que hubiera habido derramamiento de sangre.
De los gorros rojos pasamos a los kappas, unos repugnantes moradores del agua que parecían monos con escamas y con dedos palmeados, y que disfrutaban estrangulando a los ignorantes que cruzaban sus estanques.

Yo seguía siendo muy mala con los hechizos y eso me preocupaba además Harry parecía extrañamente desconfiado y distante.

La peor clase de todas era Pociones. Snape estaba aquellos días especialmente propenso a la revancha y todos sabíamos por qué. La historia del boggart que había adoptado la forma de Snape y el modo en que lo había dejado Neville, con el atuendo de su abuela, se había extendido por todo el colegio.

Snape no lo encontraba divertido. A la primera mención del profesor Lupin, aparecía en sus ojos una expresión amenazadora. A Neville lo acosaba más que nunca y a mi por alguna razón también comenzaba a molestarme.

Harry parecia odiar las horas que pasaba en la sala de la torre norte de la profesora Trelawney y no lo culpaba, cada vez que la profesora lo miraba sus ojos de insecto se le llenaban de lágrimas.

A nadie le gustaba realmente la asignatura sobre Cuidado de Criaturas Mágicas, que después de la primera clase tan movida se había convertido en algo extremadamente aburrido. Hagrid había perdido la confianza y ahora pasaban lección tras lección aprendiendo a cuidar a los gusarajos, que tenían que contarse entre las más aburridas criaturas del universo.

-¿Por qué alguien se preocuparía de cuidarlos? - preguntó Ron tras pasar otra hora embutiendo las viscosas gargantas de los gusarajos con lechuga cortada en tiras.

A comienzos de octubre, hubo algo que pareció alegrar a Harry, la temporada de quidditch. Yo no recordaba si alguna vez había jugado quidditch pero sabía montar y utilizar una escoba aunque no era muy buena en eso.
Sabía que en un equipo de quidditch había siete personas tres cazadores, cuya función era marcar goles metiendo la quaffle por uno de los aros que había en cada lado del campo, dos golpeadores equipados con fuertes bates para repeler las bludgers que circulaban muy aprisa, zumbando de un lado para otro, intentando derribar a los jugadores, un guardián que defendía los postes sobre los que estaban los aros y el buscador que tenía el trabajo de atrapar la snitch dorada, cuya captura daba por finalizado el juego y otorgaba ciento cincuenta puntos al equipo del buscador que la hubiera atrapado.

También sabía que Gryffindor no habia ganado ni una vez en los últimos siete años y como era el ultimo año en Hogwarts del capitan del equipo, comenzaron las sesiones de entrenamiento, tres tardes a la semana.

El tiempo se enfriaba y se hacía más húmedo, las noches más oscuras, y me la pasaba temblando a pesar de abrigarme tanto como podía, muchas de las tardes en que Harry entrenaba me la pasaba vagando sola por el castillo, buscando algo para recordar un poco.

Una tarde, despues de que Harry se fuera a su entrenamiento me dirgi por los pasillos sin un rumbo específico, solo daba vueltas y subia escaleras hasta que sin darme cuenta me encontraba frente a los aseos de Myrtle la llorona. Entre e ignore los lamentos de Myrtle y me dirigí al lavabo, me observe un segundo en el espejo y un recuerdo pareció llegar a mi cabeza, una palabra que dije sin pensar.
Al cabo de un segundo el lavabo comenzó a moverse y hundirse hasta casi desaparecer dejando a la vista una tubería lo suficientemente grande como para que una persona entrará. Estaba muy oscura y tenía una extraña sensación así que sólo me asomé un poco antes de apartarme y dejar que se cerrará de nuevo.

Violet su amnesia y el prisionero de algo llamado Azkaban.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora