El fin de un nuevo comienzo.

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- Dios mío, San, no puedo creer lo apenada que estaba- salíamos ya finalmente de la frustrante y larga entrega de diplomas, todos con nuestras togas y birretes, elegantes y algunos no tanto.

-¿Apenada? ¿De qué? -sonreía divertida-  Eso es lo que sueles hacer tu ¿no?, es tu don- me guiño un ojo.

-¿Don?, ¿Que don?, yo prefiero llamarlo maldición, CASTIGO DEL UNIVERSO.

- Ay, vamos Lena, no es para tanto- hizo una pausa- mira- cambie de objetivo y me encontré con Greg quien parecía estar pasándola muy bien junto a su grupo de amigos- hiciste que el amor de tu vida se divirtiera, ¿no es eso lo más grandioso?

La mire, lo mire y la volví a mirar- explícame, ¿Qué tiene de grandioso? ¡NO LO VOLVERE A VER EN MI VIDA!- vi cómo se volteaban algunos que iban justo frente a nosotras, me disculpe y enseguida apresure el paso- no lo volveré a ver San, ni a él ni a la mayoría de personas que nos rodean,  ¡QUE SE DIVIERTAN TODO LO QUE QUIERAN!, de ahora en adelante las cosas serán diferentes- me detuve- seré una mujer nueva- puse ambas manos sobre la cadera y erguí la postura- ¡ya verás!- me le colgué sobre el hombro- cuando vuelvas de América, no me reconocerás- sonreí triunfal.

- Si, seguro- escuche la pequeña risa y me volví enseguida.

- Ahora lo ves imposible- enarque una ceja- pero en unos años, estarás pidiéndome disculpas.

- Si, si, eso dices.

- … ya veremos quien ríe al último.

- Seguro seré yo, y ¿sabes por qué?, porque tú me harás reír- se apresuró a pasarme.

-¡Oye!- me le colgué en la espalda- ohh- puse una mano dramáticamente sobre mi frente- llévame de caballito, creo que la gravedad está afectándome…

- Ja ja ja, si como no- salió trotando, dejándome a mí y a la gravedad allí lidiando una con la otra sin el apoyo de la espalda de nadie.

- San, ¿¡Que acaso tus papas no te enseñaron a no dejara así a las personas!?- le grite.

Se detuvo y me miro - No, ¿¡acaso a ti sí!?- respondió sonriente.

- Ahora que lo dices... - puse la mano bajo la barbilla- puede que se les haya olvidado ese pequeño detalle- me dije a mi misma, mientras escuchaba una carcajada viniendo de adelante.

- Parece que siempre rio al último... - me dijo sonriente, cuando ya la había alcanzado.

- Solo por ahora- le devolvi la sonrisa.

- Eso espero- añadio.

Y si, fue así como… la primera etapa larga de mi vida llego a su fin y otras nuevas comenzaron a llegar, una detrás de la otra.

Es allí donde todo comienzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora