Capítulo 11✔

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Colton se quedó dormido apenas nos subimos a la camioneta, él solo apoyó su cabeza en mis piernas y me pidió que le acariciara el cabello. Lo hice, pero me detenía cuando mis pensamientos me absorbían y era cuando él se quejaba, entonces volvía a mi actividad de mimarlo.

Llegamos a mi casa, teníamos alrededor de unos siete minutos estacionados frente a la mansión y ninguno de los dos había decidido hablar, no nos habíamos bajado de la camioneta, los escoltas estaban afuera del vehículo esperando por nosotros.

―Colton ―lo llamo removiéndolo por el hombro―. Idiota despierta que ya hemos llegado.

―No quiero ―refunfuña acomodándose.

―Levántate o te quedas aquí solo.

Chupa sus dientes quejándose, pero se levanta y estando sentado en el asiento junto a mí, me observa como si me odiara por arruinarle su sienta reparadora de borrachera.

No le digo nada y él tampoco a mí, solo decido abrir la puerta y bajar esperando a que él lo haga. Casi se va de boca al suelo, pero logré sostenerlo a tiempo. Entre el sueño que se trae más los litros de licor que debe de tener encima, no lo dejan andar bien, por lo que me toca montar su brazo derecho sobre mi cuello y pasar mi brazo por su espalda para poder ayudarlo a caminar.

No es que sirva de mucha ayuda porque él es muy gran para mí, pero algo debo de hacer.

―Me pude haber quedado con Ethan.

―¿Qué?

―Te mentí.

Juro que con él se necesita de mucha paciencia, supongo que su madre ha de tener mucha porque nadie lo soportaría solo por amor.

Uno de los guardias me ayuda cuando nos toca subir las escaleras a la puerta principal, donde abro con mis llaves y me adentro con el gigante que tengo al lado.

―No hagas ruido porque si papá se entera de esto, estoy muerta.

―Oh no... eres muy hermosa para morir ―balbucea con las palabras cortadas, pues de seguro el ron le durmió un poco la lengua.

Lo que dice tiene un impacto en mí y juro que tuve que detenerme un momento antes de subir las escaleras a las habitaciones para procesar que por primera vez me ha dicho un cumplido sin que haya sexo o burla de por medio.

―Solo has silencio y sube.

―Okey, okey.

Comienzo a subir con él con cuidado y cierta lentitud, pues sus pies no coordinan bien y tropieza a cada nada con cada escalón que intenta subir.

―¿Qué carajos, Vee?

La voz que pronuncia esas palabras me deja helada y Colton ni se mueve.

¡Oh por Dios!

―Tío, puedo explicarlo... ―digo subiendo la mirada para verlo en la cima de las escaleras.

Me mira con reproche y de brazos cruzados.

Que no le diga nada a mi papá, que no le diga nada a mi papá.

―¿Cómo es posible que llegues a esta hora y con un chico? ―Intento hablar, pero él sigue―. Yo a tu edad llegaba al día siguiente y con dos mujeres. Que deshonra, no pareces mi sobrina.

Lo observo como si se le hubiese zafado un tornillo ¿¡En serio me va a regañar por eso y no porque estoy metiendo un hombre a la casa!? ¡Pero es que el tío Jack está demente! Si hubiese sido mi padre mínimo, hace rodar a Colton por las escaleras, lo saca a patadas y luego viene por mí para regañarme, matarme y cortar mi cuerpo en pedacitos para vender mis órganos a la mafia.

Fingiendo ser ella ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora