El amor duele- anahug

Noemí, el amor duele

Al día siguiente todos fuímos a desayunar mientras yo intentaba levantarme pero me encontraba fatal. Al levantarme me caí al suelo por el mareo y con ayuda de los muebles y las paredes llegué al comedor disimulando que no pasaba nada.

Me hice una tostada y me senté intentando no llamar la atención por mi estado, pero Hugo se acercó mirandome con preocupación:

-¿Estás bien?- este chico se enteraba de todo, ¿o qué?. Yo ni le miré e hice que estaba concentrada en la comida- Ana Julieta que nos conocemos. Mírame- no le hice caso y básicamente él tuvo que levantarme la barbilla para que le mirara a los ojos.

- Estoy bien- dije seca para después levantarme con cuidado e ir a la clase de Ivan que por desgracia me tocaba con el cordobés.

                                                             —————————

- Quiero que parezcais panteras y que os miréis con deseo.- nos pusimos en el suelo para parecer que héramos panteras y cada vez que cruzaba miradas con él el deseo se actuaba menos y por desgracia parecía que él estaba en las mismas circumstáncias que yo.- Hace una semana que no coméis y hace una semana que no follais.

Nos iba diciendo eso mientras hacíamos que nos olíamos. Cada vez era peor. Olía su perfume mientras que él se sumergía en mi cuello para empezar a olisquearme y yo me estremecía cada vez que lo hacía.

- Bien ahora os levantáis y vais cada uno a una paret sin perder este deseo- él no lo sabía pero yo sabía perfectamente que eso no era una actuación. Nos dijo que teníamos que retenernos en la paret para seducir al otro y yo misma lo estaba haciendo de puta madre. Mi vista se nubló por el mareo pero me empecé a tocar exageradamente tratando de seducirlo.

Los ojos de Hugo no podían expresar otra cosa. Estaba igual de caliente que yo aunque intentaba disimularlo. Sabía que él quería acercarse y hacer todo aquello que no pudo hacer la noche pasada y temía que perdiera el control.

Ivan nos dijo que empezaramos la canción y yo me preparé en mi sitio mientras él se sentaba en una silla bien preparado. La canción sonó y yo canté con ganas mientras me acercaba a él lentamente, como drogada. Veía todo borroso y la cabeza me dolía como mil demonios. Al final lo vi todo negro.

-Hola, ¿hay alguien?, que alguien me ayude.- no sabía donde estaba y temía parecer que estaba muerta. Era todo negro y no conseguía ver más allá.- HUGO, HUGOOO- empecé a gritar desesperada pero no había nadie que me pudiera ayudar, ni nada con lo que desaogarme. Estaba sola. ¿Qué me pasaba? No no no no. Tenía que ensayar, tenía que dejar de desafinar. Esto no me podía estar pasando a mi.

Lloré, lloré como nunca porque hacía un momento estaba ensayando y ahora no sabía ni donde estaba ni que me pasaba.

- Anaju, Anajuu

Pegué un grito mientras me desperté y vi a Noemí ahi sentada preocupada por mi.

- Ya está, ya está, solo fue una pesadilla- ella me abrazó mientras escondía mi cabeza en su hombro y lloraba de la tristeza y de la rabia.- ¿Por qué hoy no has venido a clase, cariño?

- Sí que he venido, la clase con Ivan por la canción de "señorita".- dije con la voz entrecortada mientras me separaba del abrazo.

- Hoy no tenías clase con Ivan. Te lo decía porque es por la tarde y no es normal que estés durmiendo a estas horas- me dijo con paciencia mientras me acariciaba la mejilla en señal con de "¿qué te pasa?" .

- No lo sé. Llevo una semana de mierda supongo.- parecía que no le podía mentir ya que simplemente me miró como si no se creiera una palabra. Suspiré y le conté todas mis inseguridades y lo que pasó con Hugo de que solo podíamos ser amigos y yo no estaba de acuerdo con eso.

- El amor duele, Noemí. El amor duele que te cagas.- y en eso Hugo apareció por la puerta.