El Pomberito.

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Según el lugar, es el nombre que se le designia al Karai Pyhare o Pombero, quien es una especie de duende perteneciente al folclore del noroeste de Argentina, sur de Brasil, nordeste de Uruguay y parte de Paraguay.

El Pombero, puede entablar amistad con el hombre o por el contrario, ser su enemigo y todo depende de la actitud de los mortales.

Según se cuenta, el hombre que desee tener de aliado a éste "duende" debe dejarle ofrendas por la noche como tabaco/cigarrillos, miel, caña o bebida blanca.

Por lo general, las personas que viven en las zonas rurales, acuden al Pombero para pedirle que los ayude a tener una buena siembra o cosecha en sus campos, cuidar a los animales y les ayude en tiempos de sequía; pero hay una condición fundamental, después de pedirle un favor a éste personaje, los hombres deben hacer la misma ofrenda durante treinta noches consecutivas y en el caso de olvidarla o no querer cumplirla, despertarán el lado vengativo de el Pombero.

Su enojo puede ir desde silbidos perturbadores en la noche, romper vajillas, ocultar objetos, desaparecer bebidas hasta mostrar visiones irreales, golpear al hombre, aparecerse como un asno sin cabeza, imitar sonido de animales salvajes y se dice que un simple roce con sus peludas extremidades, logra efectos negativos en la persona, como ceguera o falta de habla.

En el caso de no tener intención de conocerlo o mediar palabras con él, hay que tomar ciertas precauciones como no pronunciar su nombre en voz alta, hablar mal de él, matar animales (tantos los terrenales como acuáticos), cortar árboles o silbar en horas de la noche.

Y por último, pero no menos importante, otra preocupación a tomar es bautizar a los bebés, ya que merodea a mujeres embarazadas creyendo ser el padre o a niños recién nacidos que no están exentos del pecado original.

La presencia del Pombero no siempre puede ser advertida, porque la capacidad de mezclarse con la naturaleza para vigilar a los hombres, hace que pase desapercibido.

Para los que han tenido la fortuna o desgracia de conocerlo, lo describen como alguien bajo, de tez negra, con demasiado bello corporal y posee un déficit de pronunciar excesivamente la letra «Z».

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