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Jungkook entró en la sala de reuniones de su clan sintiéndose nervioso. El plan de acabar con el último de los Kim estaba dando muy buenos resultados, pero él ya no estaba tan seguro de querer llevarlo a cabo.

-Namjoon me contó cómo está tu relación con Kim... es perfecto –dijo su padre ante todos los del alto mando del clan quienes, así como él, sonreían ante lo que se venía.

Jungkook sólo sonrió de lado y dejó que los encargados explicaran qué se haría después.

-Hemos investigado a profundidad la agenda de Kim y ya que no podemos atacar ni en su propiedad ni en las oficinas de la empresa por toda la seguridad que tiene –explicaba el jefe de los movimientos –pues vimos por conveniente hacerlo en la boda de Park y Min.

Los presentes revisaron los documentos presentados en la reunión, donde se hallaban algunos detalles como el horario, lugar, y varias opciones de cómo realizar el golpe.

La reunión transcurrió con varias discusiones de expertos sobre la mejor manera de acabarlo. Jungkook se mantuvo en silencio, a pesar de que él era la pieza clave en todo esto, él debía ser quien matara a Taehyung.

Se decidió investigar un poco más el lugar donde se llevaría a cabo la boda para ver posibles accesos, escondites y personas que podrían ser cómplices, llegado el momento.

Al salir de la reunión, Namjoon detuvo a su hermano tomándolo por el brazo.

-No has abierto la boca en toda la reunión. ¿Qué está pasando? –consultó un poco preocupado por el plan en sí y también por él.

-No pasa nada, Namjoon –evitó su mirada y quiso seguir caminando, pero el mayor caminó a su lado.

-¿Estás acaso echándote para atrás en esto, Jungkook? Recuerda que hemos puesto mucho en juego para que todo salga bien esta vez. He tenido que vivir en esa mansión durante tanto tiempo, ganarme la confianza de todos, y hasta... enamorar al secretario Jin para obtener todos los datos que necesitamos... no puedes hacerte a un lado ahora.

Namjoon conocía perfectamente a su hermano. Su silencio hablaba más que las palabras y si su presentimiento era correcto, Jungkook había pasado los límites necesarios y estaba sintiendo algo más por el objeto de su golpe.

-Yo –el menor intentó hablar, pero se detuvo en el jardín de la casa del clan. Se sentó en una banca de piedra y tomó su cabeza con las manos.

Namjoon se sentó a su lado y puso su brazo sobre los hombros de su hermano.

-Sabíamos desde el comienzo que esto sería complicado. El relacionarse al nivel en el que estamos relacionados con Jin y Taehyung no es fácil. Vaya que lo sé –bufó irónicamente –Pasé de ser el muchacho casanova, heredero del mayor clan de este país, a aparentar ser un mayordomo que vive en un pequeño cuarto de la mansión y que lleva una relación homosexual con el secretario del jefe.

Namjoon hizo una pausa para ver si su hermano tenía alguna reacción. Al no tener respuesta, continuó con sus pensamientos en voz alta. De alguna forma, él también necesitaba sacar lo que tenía dentro.

-Jin es... es maravilloso –sonrió sin quererlo, lo que causó que su hermano lo mirara asombrado.

-Pero Hyung... tú eres... tú no eres gay, ¿verdad? –habló al fin Jungkook.

-A estas alturas ya no sé –sonrió tímidamente mirando al césped verde del jardín bajo sus pies –esto de vincularse emocionalmente con alguien, por más que sea parte de un plan, es algo muy peligroso. Es inevitable que llegues a sentir algo, aunque sea mínimo, por esa persona para seguir con el juego. Y creo que llegar a los límites a los que he llegado con él, pues... me hizo vulnerable...

I'm Here To Kill YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora