Capítulo 21

67 6 0
                                    

Aspire su olor disimuladamente y deje salir el aire lentamente, relajando mi cuerpo mientras que él acariciaba mi cabello de arriba a abajo tranquilamente. Fui cayendo en un profundo sueño, dormida en el pecho de Lucas.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Nos despertamos al sentir fuertes golpes en la puerta; Lucas recibió a su tía sin dejarla pasar al cuarto; yo, en cambio, me negué a despertarme por lo que volví a acurrucarme entre las sabanas. Hacia mucho frío y lo sentía mas sin Lucas a mi lado. El se había ido a desayunar para distraer a su tía y darme un par de horas mas para dormir.

Pero Marisa fue a despertarme de todas formas; ella me quitó las sabanas bruscamente y yo bosque calor encogiendome en una pequeña bola; o tratando de hacerlo ya que no lo logre, en cambio, un fuerte dolor me atravesó. Di un grito ahogado que dejo a la mujer petrificada.

Lucas la corrió hacia un costado y se sentó en la cama, a mi lado, mientras yo trataba de estirarme para que dejara de doler pero cualquier movimiento dolía como el infierno.

-vas a estar bien Lu; tranquila- decía él- ¿que pasó?- le pregunto a su tía.

-nada; solo la destape y ella empezó a gritar.

-¿por que la destapaste?- volvió a preguntar él. La preocupación coloreando su voz.

-crei que ya era hora de que se levante- respondió inocentemente.

-deja que nosotros decidamos eso y deja de meterte- dijo Lucas duramente. Nunca le había hablado así a su tía. Dio por terminada la conversación mientras me acercaba a su pecho.

-¿estas bien?- pregunto susurrando.

-no sé; dolió mas que la otra vez.

-vamos a ir al medico ¿okay?

-¿que paso?- preguntó Marisa metiéndose. Lucas la miro mal.

-no te importa- pronuncio cada una de las palabras lentamente- si dejaras de meterte en cosas que no te correspondes no te toparias con cosas que no querés saber.

-si fueras sincero no me encontraría con sorpresas.

-dejanos solos- le pidió Lucas concervando mágicamente su pasiencia.

-¿tenes algo que esconder?- intento ponerlo a prueba Marisa.

-si- dijo el sinceramente.

-antes me contabas todo Lucas; ¿ya no confias en mi?

-paso mucho tiempo tía, crecí y ya todo es distinto. No es falta de confianza.

-no sabes lo que estas haciendo Lucas; te falta mucho, muchisimo, para ser un hombre; quizá te sientas como uno pero sos igual a tu padre y eso no es ser hombre. Tu madre no fue lo suficientemente recta mientras te educaba. Era tu amiga no tu madre. Otra falla que tuvo.

-no. vuelvas. a. meter. a. mama. en. esto. ¿okay?- dijo enojado pronunciando cada palabra- ella se equivocó un montón de veces pero siempre estuvo con migo cuando la necesite e hizo todo por mi lo mejor que pudo. Ella me dio todo lo que tenia y me protegió siempre así que no sos quien para criticarla. Mi viejo nunca estuvo, ni para ella ni para mi; siempre empeoro las cosas, sin embargo mama estaba ahí para defenderme; al lado mio, y eso la hace lo suficientemente buena. Si no te gusta como somos podes irte, nosotros no te estamos obligando a quedarte si no que te estamos dando un lugar y apoyo- termino. Era sorprendente la clama con la que decía las cosas. Esa calma que hacia que te tomaras las cosas mas en serio. Siempre usaba ese tono cuando me retaba- salí de mi habitación.

Marisa salio del cuarto entre sorprendida, pansativa y enojada. En cambio, del lado de adentro, Lucas me mantenía cerca de él; apoyada en sus piernas; mirándolo.

-¿podes prometerme que vas a ir al medico?- dijo algo triste; sorprendiendome un poco.

-es que ya fui y me dijeron que todo iba bien.

-anda de nuevo; esta mas que claro de que no esta "todo bien"?

-voy a ir, lo prometo, pero...

-sin peros- interrumpió.

-no quiero ir sola- susurre- todos me miran mal.

-voy a ir con vos ¿okay?-dijo- Pero no llores- agrego al ver mis ojos brillozos. Nos abrazamos fuertemente por unos cuantos minutos hasta que él sus alejo un poco para darme un beso.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

El día había pasado normal, como cualquier otro. Había pasado horas frente al espejo mirando mi enorme y repugnante panza. Me sentaba horrible.

-deja de mirarte- bromeo Lucas poniéndose detrás de mi; con sus manos en mi cintura.

-me veo fea- dije sinceramente sabiendo que no podía mentirle y que era la única persona capaz de levantar mi súper bajo autoestima.

-no te ves fea ¿que es lo que no te gusta?- pregunto besando mi cuello y moviendo sus manos hasta mi panza.

-no me gusta nada; mira la panza que tengo, dios.

-nuestro hijo esta ahí adentro; lo llevas bien.

-no necesito que me mientras- dije mientras me giraba para verlo a la cara.

-¿cuantas veces te mentí?- preguntó.

-sólo se me viene una a la mente- dije haciendo que junte sus cejan en señal de que no recordaba. El entendimiento cruzo por sus ojos.

*FLASHBACK *

Habiamos llegado a casa de Lucas bastante rápido y estábamos haciendo la comida. Teniamos 15 años y además de mejor amigos eramos novios.

Solo íbamos a comer sándwich como todos los viernes; luego de eso nos acostábamos en su cama y dormíamos la siesta juntos aunque siempre teníamos una larga sesión de besos antes.

Hacia un tiempo que las chicas del colegio me burlaban ya que aun era virgen. Y yo creía que era lo mas común del mundo siendo que aun era chica. Por desgracia ellas no pensaban lo mismo y ya me dolían mucho las cosas que me hacían.

Ya nos habíamos acostado cuando comencé a llorar en silencio, creyendo que Lucas dormía. Pero no fue así. Él me abrazo fuertemente en cuanto se dio cuenta. Me acariciaba el cabello lentamente hasta que me calme.

-¿que paso?- preguntó suavemente.

-nada- respondí escondiéndome en su pecho.

-Lu- dijo intentando que lo mire pero no pudo. Me negaba a hacerlo. Luego de un largo rato muere hacia él; aun no se había dormido.

-¿me veo tan mal como creo que me veo?- pregunte creyendo que me diría la verdad. Si, creyendo porque el muy cretino me dijo que me veía bien mientras que mi maquillaje se había corrido, tenia los ojos y la nariz roja y mi cabello estaba despeinado. Me había hecho un rodete y algunas hebras de mi cabello aun quedaban en el. Si, algunas porque la mayoría estaban pegándose a mi cuello, frente y espalda. Lucia faltal.

-no, te ves...- suspiro- bien.

*FIN DEL FLASHBACK *

-¿todavía no me perdonas por eso?- dijo riéndose.

-no, todavía no- respondí obstinadamente pero en broma.

-esta vez no miento- dijo mirándome a los ojos. Estábamos tan cerca que nuestras narices se tocaban; las manos de Lucas aun estaban en mi panza. Me dio un pequeño beso y se puso de rodillas. En un principio no lo entendí pero luego me di cuenta.

Movió sus manos hasta mis costados y beso suavemente. Podía ser tan tierno cuando quería. Una leve patada dentro mi hizo que nos miraramos y comenzáramos a reír.

Lucas se puso de pie nuevamente y me beso; sus manos en mi cintura, mis manos enredándose en su corto cabello.

Entonces la puerta del cuarto se abrió y nos separamos rápidamente.

Al borde de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora