Capítulo 9

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—Peyton... —Sean la reconoció, pero podía notar algo de incomodidad de su parte.

¿Qué estaba sucediendo aquí?

—No te he visto en... ¿siete años? —preguntó ella. Eso era antes de conocerme.

—Hola —intervine. Ni modo me iba a quedar allí para hacer de estúpida —. Soy Katelyn, la novia de Sean —le dije, con una falsa sonrisa en mi rostro.

Pude notar que aquella noticia le tomó por sorpresa y llevó su mirada a Sean. Él sólo se encontraba sin decir palabra alguna.

—Vaya... Sean tiene novia —dijo ella y asentí.

—Sí, le he robado el corazón —hice el intento de hacer una broma, pero no era eso lo que me importaba ahora mismo —. ¿Cómo se conocen? —les pregunté, más específicamente a Sean. Él llenó sus pulmones de aire, sin quitar su mirada de Peyton.

—Él y yo nos conocimos... por su trabajo —contestó ella, ya que él parecía estar paralizado. Mi gran pregunta era a cuál trabajo se refería.

—Oh... ¿También eres profesora o la madre de alguno de sus alumnos? —le pregunté y ella largó una irritable risita, dirigiendo su mirada hacia él, nuevamente.

—Sí... algo así —dijo, evidentemente, dudosa.

Vaya... Ya había respondido a mi gran duda.

—¿Tienes hijos? —le pregunté, y ella me observó confundida — Estamos en una tienda de bebés —le dije, y ella comenzó a asentir.

—Sí, es verdad. Ehm... No, no tengo hijos. Mi mejor amiga está a punto de convertirse en madre —explicó —. ¿Ustedes también están aquí por alguien más? —nos preguntó.

<Ya quisieras> pensé.

Sean aclaró su garganta y se recompuso.

—No —contestó él —. Estamos aquí por nosotros —al oír aquello, ver la sorpresa en su rostro no tuvo precio alguno.

—Wow... Seanny... —comenzó a decir, aunque podía notar que aún estaba sorprendida. ¿Seanny? ¿En verdad? —. Jamás hubiese imaginado que serías padre tan pronto. Creí que querrías disfrutar la vida un poco más —le dijo ella.

—Ya la he disfrutado lo suficiente —contestó él.

—Parece que lo conoces muy bien para ser su compañera de trabajo o la madre de alguno de sus alumnos —le dije y ella sólo mantuvo el silencio.

—Yo... ya debería marcharme —emitió.

—No olvides el regalo para tu amiga —añadí, y ella asintió algo disgustada.

—Sí, claro. Nos vemos por ahí —nos dijo, pero tenía su vista clavada sobre Sean. Tan pronto se marchó, lo observé.

—¿Qué ha sido todo eso? —le pregunté y él suspiró —. Supongo que ya sé a qué trabajo se refería y por lo que sé cómo es que te conoce —le dije.

—Ella... Peyton era una de mis clientas —asentí.

—Ya, me di cuenta de eso, pero me gustaría saber más información —me acerqué a él y cogí su rostro —. No te juzgaré, Sean. Yo conozco toda tu historia, e incluso formé parte de ella —susurré y él me observó por unos segundos.

—Me sentiría más cómodo hablándolo en casa —me dijo y asentí.

—Bien. Compremos la pintura y nos vamos.

Al llegar a la casa, dejé el tarro de pintura a un lado y tomé asiento en el sillón. Casi al instante, Sean también tomó asiento a mi lado y me observó.

—Fue antes de conocerte —emitió.

—Eso supuse, pero nunca me habías contado que habías tenido una relación anterior —él negó.

—No la tuve. Tú has sido mi primer y única relación —explicó —. Peyton fue mi cliente por algunos años... —no pude evitar interrumpirlo.

—¿Años? —Sean asintió —. Es decir, te acostaste con ella muchas veces —él volvió a asentir.

—Como te dije, ella fue sólo mi cliente. Ya sabes cómo solía ganarme la vida...

—-Sí, claro que lo sé. ¿Por qué dejaron de verse? Es decir, ¿por qué dejó de pedir tus servicios? —le pregunté.

—Ella... ella jamás dejó de pedir mis servicios. Fui yo quien se negó —dijo y lo observé confundida —. Comencé a notar que para ella ya no era sólo sexo. A veces, me hacía una escena de celos por tener que estar con otras mujeres, entre otras cosas...

—Ella quería una relación contigo —afirmé.

—Siento que hayas sentido que pasar por esa situación. Por momentos, siento que mi pasado siempre me perseguirá. En cuanto la vi, me paralicé. Jamás pensé que volvería a verla —me acerqué a él y lo abracé.

—Tienes suerte que a mí no me importa cuál haya sido tu anterior trabajo. Tu pasado es sólo tuyo, y yo no te juzgaré por las decisiones que has tomado en aquel entonces. Sólo me importa el ahora, y es increíble. Tú no podrías ser más increíble conmigo —él cogió mi rostro y besó mis labios.

—Realmente necesitaba escuchar eso —emitió y sonreí.

—¿Qué te parece si preparamos la cena y nos vamos a la cama temprano? —le pregunté y asintió — Ellie me ha enviado un mensaje diciendo que sí vendrá con Max a la cena de la semana entrante, y aún espero la confirmación de Darren —al notarlo algo distraído, me acerqué a él —. ¿Te encuentras bien? —le pregunté y me dio una sonrisa.

—Sí, estoy bien —sonreí y besé su mejilla. Me puse de pie y estiré mi mano para que la cogiera.

—Ven, ayúdame a cocinar —él rió y se puso de pie.

—Siempre te ayudaré —me dijo, atrayéndome a su cuerpo y dándome un abrazo por detrás.

—¿Por qué lo dices? —emití, entre risas — ¿No crees que pueda volverme buena en la cocina? —le pregunté.

—Sí creo que puedas volverte buena, pero no quiero. Me gusta ayudarte —volteé a verlo y besé sus labios.

—Y a mí me gusta que me ayudes —respondí.

Cuerpos Encadenados [ST #2] ✔️ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora