Cuerpos Encadenados [ST #2] ✔️ ©

Capítulo 5

Bla... Bla... Bla... Información que no me interesaba ahora mismo, que no estaba diciéndome lo que quería saber. Volví a dejar mi celular de lado y me puse de pie.

No era justo.

—Cariño —la voz de Sean me sobresaltó —, el desayuno ya está listo —comenzó a acercarse a mí, hasta acariciar mi rostro con sus manos —. Kate, ¿te sientes bien? —me preguntó.

—¿Quieres saber el género de nuestro bebé? —él me observó confundido y asintió.

—Creí que eso era lo que habíamos acordado.

—Me refiero a ahora mismo —le dije —. Ayer me hice una prueba de sangre porque planeaba darte la sorpresa, pero ahora me siento culpable al saberlo antes que tú —Sean sonrió.

—¿Ya tienes los resultados? —asentí —¿Puede este día ponerse mejor? —preguntó, emocionado —. ¡Por supuesto que quiero saberlo! —su ansiedad ahora comenzaba a asemejarse a la mía. Sonreí, ante su emoción, y cogí el móvil.

—¿Quieres leerlo tú primero o yo? —le pregunté y se acercó a mí. Posó su mano sobre mi pequeña barriguita y suspiró.

—No me interesa qué seas, te querré de igual forma. Sin embargo, tu papi es muy ansioso y ya quiere comenzar a comprarte ropa y elegir tu nombre. Prometo cuidarte y jamás soltarte la mano —le habló —. Léelo tú —me dijo y asentí.

Desbloqueé la pantalla de mi móvil y continué leyendo en donde me había quedado antes.

'La parte que te interesa, Kate. ¿Preparada?' Esto era obra de Darren.

Leí la información que seguía y observé a Sean.

—¿Ya lo sabes? —me preguntó y asentí.

—Es... una niña —sonreí y él no tardó ni un segundo en rodearme con sus brazos.

—Tendremos una niña... —repitió, casi con su voz quebrada y lo abracé con más fuerza. No podía creer estar llevando a mi hija en mi vientre. Sean se apartó de mí y besó mis labios. Sus ojos de encontraban húmedos, a causa de las lágrimas de emoción que habían caído y no pude evitar limpiarlas —. Seremos padres de una niña —emitió, como si estuviera aún digiriendo la noticia.

—Ya podemos comenzar a elegir nombres, comprar ropa y cosas para su habitación —él asintió, emocionado.

Luego de informarle a Ellie la noticia, por supuesto que Sasha era quien estaba más contenta. Finalmente, tendría a alguien con quien jugar, y sería otra niña.

Ahora, era momento de organizar aquella cena e invitar a los padres de Sean para contarles la noticia.

Luego de revelar aquella noticia, ambos desayunamos y nos dirigimos a comprar algunas cosas para la bebé. Si hubiese sido por él, hoy mismo nos hubiésemos encargado de comprar absolutamente todo; llenar su armario, todo lo necesario para su habitación, la cuna, los biberones y todo eso. Para ello, me encontraba yo para ir comprando todo poco a poco. No podíamos comprar todo ya mismo.  Por eso, acabamos comprando unos biberones, algunos conjuntos de ropa de bebé y algunos chupetes.

*

—Hola, cariño —emitió mi madre, al verme —. ¿Y Sean? —me preguntó.

—Yo soy tu hija —respondí y ella rió.

—Lo sé, Kate. Supongo que debe estar trabajando —asentí —. ¿Cómo te encuentras? ¿Cómo se encuentra el pequeñín? —preguntó y mi padre se apareció.

—Hola, hija —él besó mi mejilla —. ¿Qué te trae por aquí? —me preguntó y mi madre largó un chillido, que nos sobresaltó. Su mirada se posó sobre mi barriga y se acercó a mí. Ninguno de los dos lo había notado a primera vista, ya que llevaba una blusa holgada... Bueno, mi madre parecía haberlo notado.

—Ya... —comenzó a decir —, ya tienes barriga —sonreí y asentí. Ajusté la blusa a mi barriga, y así se podía apreciar mejor.

—Wow... —susurró mi padre —. El pequeño se ha tomado su tiempo en aparecer —emitió.

—Pequeña —lo corregí y ambos clavaron su mirada sobre mí —. Es una niña —los ojos de mi madre comenzaron a humedecerse y se lanzó sobre mis brazos.

—¿Una pequeña? —me preguntó mi padre y asentí. Como mi madre, se acercó a mí y me abrazó.

—¿Se ha dejado ver? —preguntó mi madre y negué.

—Me he hecho el análisis de sangre —respondí.

—Me debes cincuenta dólares —le dijo mi madre a mi padre. Me aparté de ella y bufé.

—¿En verdad? ¿También han apostado con esto? —les pregunté — ¿Qué será lo siguiente? ¿Su nombre?

No podía creer que lo hubiesen vuelto a hacer.

—Lo siento, cariño —dijo mi padre.

—Mira el lado bueno —comenzó a decir mi madre —; nadie te conoce tan bien como yo —rodé los ojos y suspiré.

—Eso no es conocerme bien, eso es tener buena intuición —le dije —. Ya debo irme, sólo les quería informar la noticia personalmente.

—Envíale saludos a Sean —me pidió mi madre.

No me molestaba que lo quisiera tanto, pero casi que me hacía estar en competencia con él.

Al llegar a mi casa, decidí darme una rápida ducha y prepararme para la cena que tendríamos con los padres de Sean. Encima de nuestro escritorio, divisé uno de los conjuntos que compramos el sábado para la bebé y sonreí. Me acerqué a él y lo cogí. No podía creer lo pequeñito que era pero, sin embargo, mi barriga sería enorme.

—Hola —la voz de Sean me sobresaltó y volteé a verlo.

—Hola... Has llegado justo a tiempo. Tus padres vendrán en una hora —le informé y asintió.

—Todavía no puedes creerlo, ¿verdad? —me preguntó y negué. Llevé la mano a mi barriga y él apareció detrás de mí para posar su mano sobre la mía.

—Mi madre te envía saludos —él besó mi mejilla —. ¿Puedes creer que también han apostado por el sexo del bebé? —él rió.

—¿Tu madre le ha acertado? —asentí. Su mano comenzó a dirigirse hacia donde mi toalla no permitía que se cayera al suelo, que era exactamente lo contrario a lo que Sean quería — Puedo ducharme y preparar la cena en treinta minutos —susurró en mi oído y, por mucho que me gustara la idea, no era el momento.

—Es la cena con tus padres. No es la mejor idea —volteé a verlo y tenía una sonrisa pervertida en su rostro .

—Prometo que será rápido y placentero —reí.

—Sé que estás estresado, pero debes ducharte. Te ayudaré con la cena en cuanto salgas o no llegaremos a tiempo —me acerqué a sus labios y posé un corto beso.

—¿Y si acabamos la cena antes de que lleguen mis padres? —sonreí.

—Puede ser... —al decir ello, él salió corriendo hacia el tocador.

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¡Hola! Espero que con este virus que anda rondando mundialmente, todos se estén cuidando y también cuidando a los demás. Lávense las manos, no estornuden en sus manos, si no con la parte interior del codo o sobre un pañuelo. En caso de ser el caso de su país, respeten la cuarentena y NO salgan. Si deben salir por trabajo, o por cualquier motivo, cuídense mucho y usen mucho alcohol en gel. Recuerden que es muy importante no tocarse el rostro con las manos sucias.

Nuevamente, y como siempre, les agradezco por leer mis historias. Los quiero❤