Cuerpos Encadenados [ST #2] ✔️ ©

Capítulo 2

Luego de haber confirmado que todo se encontraba en orden con nuestro bebé, ahora debíamos prepararnos para informarles a nuestras familias... Lo cual me tenía un tanto preocupada. Me había gustado el tiempo que Sean y yo habíamos tenido para disfrutar de esta emocionante noticia, pero ahora dejaría de ser sólo nuestra.

—Nos vemos en un mes y medio... —me dijo Darren —como tu obstetra. ¿Cuándo piensas volver a trabajar? —me preguntó él y suspiré.

—Sabes cuánto me fascina mi trabajo, ¿verdad? —él asintió.

—A la perfección.

—Desde que descubrí que estaba embarazada, es como si mis prioridades hubieran cambiado. Trabajar en un hospital es estar en constante movimiento, estrés, duermes y comes poco —él asintió —. Quiero transitar un embarazo tranquilo, y poder dedicarle al bebé el tiempo que merece.

—¿Planeas no volver a trabajar? —me encogí de hombros.

—No lo sé. Si me lo preguntas ahora, te diré que quiero dedicarme por completo a mis hijos. Sin embargo, sé que no me será nada fácil abandonar la medicina. Tal vez, hable con Keira. Puede que me tome los meses de embarazo que me quedan, el alta por maternidad en cuanto nazca, y ya luego decidiré —Darren sonrió.

—Serás una madre increíble, pero la medicina es como un hijo. Tampoco creo que seas capaz de abandonarla —reí, sabiendo que había algo de lógica en lo que acababa de decir —. ¿Dónde se encuentra Sean? Ya se ha tardado un rato... —y, así de repente, él se apareció con un emparedado en sus manos.

—Gracias —le dije y me acerqué a él para besar sus labios.

—Le decía a Kate que los veré en un mes y medio para la próxima ecografía —le informó Darren a Sean, y éste asintió.

—Saluda a Lilia de nuestra parte —le dije —. ¿Aún quiere un niño? —él rió.

—Lo querrá siempre. Temo que algún día aparezca con un niño que ha robado —emitió —. Lo siento, robar un niño no es ninguna broma, pero supongo que debo apresurarme —sonreí.

—Nos vemos —me acerqué a él y lo abracé —. Gracias por todo —finalicé y nos marchamos.

—¿Aún no sabes cuándo volverás a trabajar? —me preguntó Sean, a quien aún no le había contado mi plan completo, y negué.

Sean era la primer persona a la que siempre le contaba todo -junto a Ellie-, pero Darren me había preguntado hace unos minutos y no podía mentirle.

—No puedo esperar a tener una pequeñita barriga. Siento que en ese momento sentiremos que es verdad —él sonrió.

—¿Te gustaría saber qué tendremos? —me preguntó, de repente, y lo observé confundida.

—¿Por qué lo preguntas? Creí que habíamos acordado... —él asintió y me interrumpió.

—Lo sé, pero ¿no crees que sería emocionante? —reí, comprendiendo a qué venía todo este cuestionamiento.

—Es porque no quieres aceptar que podría ser un niño —le dije y, por mucho que quiso negarlo, no lo logró —. ¿Por qué quieres una niña? No debería importarnos eso, ¿no crees? En cuanto sea un bebé sano —él suspiró.

—Creerás que es algo estúpido —emitió. Me acerqué a él y acaricié su rostro.

—Oye, nada de lo que digas me parecerá estúpido. Habla conmigo —le dije.

—Es... por mi hermana. Siento que siempre he estado tan ocupado con todo, que no he sabido aprovecharla. También creo que sería una buena forma de ayudar a mis padres a sanar. El hecho de que vayan a ser abuelos es algo increíble pero, si fuera una niña, creo que sería algo especial. De cualquier forma, también quiero un bebé sano, sin importar si es niña o niño. Supongo que mi lado egoísta me hace querer una niña, pero lo querré sin importar qué —llevó su mano a mi barriga y la acarició.