Capítulo XVII

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| Un reflejo oscuro |
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— ¿Cazar palomas me ayudará en el entrenamiento?¿Cómo?

— No tienes que cazarlas sino rastrearlas. Activa tu runa de rastreo.

Max sacó su estela y la pasó por su muñeca. Thalia los observaba de brazos cruzados, se había ofrecido a ayudar a su parabatai durante los entrenamientos de Max tras el ataque de Kaelie y hasta ahora todo había ido a la perfección.

— Ahora busca al pájaro que puso este huevo. Concéntrate.

— ¡Ya soy un rastreador experto!

— Yo creía lo mismo a tu edad, hasta que di con un nido de demonios. — Isabelle colocó sus manos en los hombros de su hermano pequeño — De no ser por Alec hoy no estaría aquí.

— Sólo se mejora saliendo a la calle. Y ahora, lo demostraré.

— ¿A qué te refieres?

— La Clave me ha dado mi primera misión. — la chica Lightwood miró a su mejor amiga pidiendo ayuda — Thalia, ¿a dónde vas?

Pero no contestó mientras se dirigía al despacho del director del Instituto. No podía creer que hubiera permitido que Max saliera de allí tan rápido, al menos después de que casi lo mataran.
Cerró las puertas tras ella y se giró a enfrentar a Alec.

— No puedes dejar que Max vaya a una misión.

— Sabes lo bueno que es. El nivel de sus simulacros es perfecto.

— Siguen siendo simulacros, una misión es real.

— Max ya ha tenido su ceremonia y es normal que le llegue alguna orden. A Izzy y a mí nos pasó a su edad.

— Es distinto, no luchabais contra Valentine. — el azabache intentó discutir pero lo interrumpió — No estabas cuando ocurrió lo de Kaelie, casi lo matan.

— Max es un soldado, hay que empezar a tratarlo como tal.

La chica Blackwood suspiró y abandonó el despacho. Sabía que cuando estaba con esa actitud era difícil hacerlo cambiar de opinión.

Subió a continuar el entrenamiento con Izzy y Max. Su parabatai no se tomó muy bien la noticia, pero no quiso sacar el tema pues sospechaba que su mejor amiga y su hermano habían vuelto a discutir.
Quedaba poco para la hora de la cena cuando finalizaron. El pequeño de los Lightwood bajó con Jace y Clary al comedor mientras las dos chicas regresaban a los dormitorios, estaban agotadas y apenas tenían apetito.

— ¿Esos son Magnus y Isaac?

Una mesa repleta de langosta y champán ocupaba la habitación del chico Branwell. El brujo le contaba los avances de la reunión de subterráneos mientras entrelazaban sus manos.
Isabelle debía admitir que no pensaba que fueran a hacer tan buena pareja. Una vez Thalia se retiró a su cuarto, Isabelle asomó la cabeza por el pasillo donde quedaba el despacho de su hermano aún con la luz encendida y supuso que seguiría dentro trabajando.

***

— Dot, me alegro de verte.

Clary sonrió al ver como la chica Blackwood abrazaba a la bruja. Había acudido al Instituto desesperada y se alegró de ver que tenía a alguien que estuviera dispuesta a ayudar tanto como ella.

— La marca de Dot en el brazo es un conjuro protector.

— Un sigilis. Sólo se transfiere a otro brujo si al que lo lleva le pasa algo malo.

𝐆𝐀𝐌𝐄 𝐎𝐅 𝐒𝐔𝐑𝐕𝐈𝐕𝐀𝐋 || Alec Lightwood ➰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora