𝐆𝐀𝐌𝐄 𝐎𝐅 𝐒𝐔𝐑𝐕𝐈𝐕𝐀𝐋 || Alec Lightwood ➰

Capítulo XX

| Junto al agua mansa |
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El plano holográfico de la ciudad de Nueva York se extendía frente al grupo.
Llevaban toda la noche intentando localizar a Valentine sin éxito y todos los equipos estaban desplegados por la ciudad. Clary no había dormido y se le podía notar el agotamiento nada más mirarla.

Una alerta se desplegó a medida que un punto rojo se movía por el plano. Un demonio estaba atacando Manhattan.

— No lo veo.

Alec y Thalia mantenían las flechas en sus arcos mientras los demás desenfundaban sus cuchillos. El ser volaba entre los edificios emitiendo unos ruidos inquietantes, nunca habían visto nada parecido.

— ¡Detrás de ti!

La castaña fue más rápida y acertó de pleno. El demonio se desvaneció en humo negro y cayeros varias masas viscosas sobre el asfalto, de las que surgieron nuevos seres.

Los shadowhunters echaron a correr por la Gran Manzana. Necesitaban dar con los demonios antes de que ocasionaran nuevos problemas.

— No sabemos de donde han salido. Movilizaré a los equipos.

Los hermanos Lightwood encabezaban el grupo mientras Clary contestaba a la llamada de Luke. Valentine iba rumbo a Idris tras haber hecho un trato con la Reina Seelie.

— Puto Valentine.

Una pequeña risa se escapó de los labios de Jace al escuchar a Isaac. Debía admitir que le gustaba su carácter.

— Si consigue llegar al lago...

— No lo hará. — Alec tranquilizó a la pelirroja — El ejército de Malachi lo estará esperando.

— Tenemos que avisarles. ¿Cuántos miembros del Círculo habrá allí?

— Si rebajamos la protección los demonios podrían escapar.

— No tenemos que rebajarla. Tal vez mi runa de los portales puede sortearla.

— No podemos ir todos. — Thalia se cruzó de brazos apoyando el plan de Clary — Alguien debe encargarse de los demonios.

— Iremos los dos, vosotros quedaros aquí.

— Jace, tened cuidado.

— Claro. ¿Cuándo no he tenido yo cuidado?

Los cuatro restantes intercambiaron miradas. Había muchas respuestas válidas a esa pregunta, no era precisamente la persona más cautelosa.
La pelirroja sacó su estela y comenzó a trazar su nueva runa. El vórtice dorado desapareció poco después de que lo cruzaran.

En el Instituto, los equipos no daban abasto para cubrir todas las apariciones. Había más de cincuenta demonios y la cifra iba en aumento pese a no haberse detectado ningún ataque. Debían dar con la brecha por la que estaban entrando.

— Necesitamos un brujo.

— No a uno cualquiera. — Isabelle reafirmó el plan de su hermano — Necesitamos al más grande de Nueva York.

— A Magnus no le interesa ayudar a los shadowhunters, así mismo me lo dijo.

Alec se giró a enfrentarlo.

— Aún cree que la Reina Seelie está de su parte. Tiene que saber que ha hecho un trato con Valentine.

— No seré yo quien se lo diga. No quiere saber nada de mí.

— ¡No lo tomes como algo personal!

— ¡No lo hago!

— Si no lo haces tú, iré yo.