Revise mi cuello nuevamente en aquel espejo que se encontraba ubicado en mi habitación, tenía algunos moretones de color morado, Yoongi se había pasado esta vez, y si, había caído de nuevo en sus encantados y sus palabras, me sentía avergonzada y enojada a la vez, y lo peor de todo fue ver la mirada de TaeHyung.
Me sentía mal.
Simplemente me había prometido no volver a tener encuentros con Yoongi pero la había cagado y me había gustado, por otra parte él chico que hacía que sentía por así llamarlas mariposas en el estómago era TaeHyung, el chico me gustaba de muchas maneras, su simple forma de ser con los demás, su rareza era una de mis cosas preferidas.
Y sus labios.
Su sonrisa.
Deje salir un pequeño bufido al tener que usar una blusa de cuello de tortuga color azul marino, era sábado y no tenía nada que hacer pero aún así debía estar precavida por si mis padres me veían.
El clima era un poco frío haciéndome estremecer al sentir el viento frió que entraba por mi ventana, TaeHyung debería estar en su casa seguramente haciendo clases o posiblemente viendo películas.
Quiera estar con él.
¿Por qué no?
Salí de la habitación rápidamente dirigiéndome hacia la habitación de mi madre con una gran sonrisa en mi rostro.
–Mamá iré a casa de Tae–Dije con una pequeña sonrisa, ella simplemente asiente dándome el permiso de poder ver a mi chico raro.
•Me encantabas tú, la rareza que poseías•
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𝐑𝐞𝐝 𝐫𝐨𝐬𝐞𝐬| ᴋᴛʜ
Fanfiction-Me gustaba tu forma de pensar, eres raro ¿sabes? esas rosas rojas son lindas. •Tú eras raro...ellos eran comunes•