Tregua

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(Hermione)

Luego de llegar al ministerio no me esperaba con lo que encontraría, todos mis chicos y Kingsley me esperaban en mi oficina para darme la bienvenida. La verdad fue muy especial y emotivo. Todos me llevaron obsequios y flores. Me sentí bastante plena.

A pesar de lo ocurrido en la tarde podía sentir un poco de paz, regresé a mi departamento y sentí conveniente cambiarme de ropa. Llevé dos regalos del ministro para Scorpius a su habitación y coloqué las flores en dos jarrones uno en la sala y otro cerca de la cocina.

Me di una ducha rápida y me decidí por unos jeans azules desgastados, una blusa dorada de tiras que quedaba solo un poco más arriba de la cintura del pantalón mostrando un poco de piel pero era bastante aceptable y unos tacones beige. Por supuesto que había sido un outfit que Pansy había preparado para mí, semanalmente viene y organiza mi ropa de la semana. No sé qué haría sin ella.

Ordené un poco mis rizos y mientras me hacía una nota mental de cortarme las puntas del cabello, ya lo llevaba por la mitad de mis nalgas. Solo me coloqué un poco de maquillaje nunca me ha gustado maquillarme mucho.

Tomé mi bolso y decidí desaparecerme ya que sabía que la casa de Harry estaba libre para mí. Al aparecerme en el recibidor escucho la música inundar el lugar. Observo mi reloj y noto que llego justo a tiempo.

Todos estaban compartiendo, el sonido de la música no estaba tan alto así que podía oír claramente las risas y las voces de mis amigos.

Pansy que estaba hablando con Blaise fue la primera en verme y en seguida salió corriendo hacia mí.

-¡MIONE! -Gritó emocionada y se me lanzó en los brazos.

-Pans, estás quiero seguir viviendo -Digo en cuanto comencé a sentir como me apretaba.

-Te extrañé mucho -Dijo y me soltó.

-Vaya, si sales así de la cuarentena. Afortunado tu novio -Dijo Blaise acercándose para abrazarme- Te vez increíble Mione, que bueno que estés de vuelta.

-Bueno, tomando en cuenta que yo la cuide y me aseguré de que comiera bien. Me merezco un poco de crédito -Dijo Theo saliendo de la cocina con una copa en la mano y su cálida sonrisa.

-¿Abrazo? -Pregunté con complicidad y él me devolvió el gesto acercándose a mí para abrazarme.

-Te vez genial -Me dijo y depositó un beso en mi cabeza.

-Gracias Theo, no sé qué hubiera hecho sin ti -Dije tomándolo de las manos.

Él me sonrió y de repente posó su mirada detrás de mí.

-Pero miren quienes llegaron, el hurón y el huroncito -Dijo Theo y yo volteé en seguida.

En la entrada estaba Draco con Scorpius en brazos y un bolso. Les sonreí y la mirada de Draco se posó sobre mis manos, y no me había dando cuenta de que Theo y yo seguíamos tomados.

Me solté sutilmente de él y me dirigí hacia mi hijo.

-¡Mamá! -Exclamó mi amado rubio agitándose emocionado en los brazos de su padre.

LeonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora