Capítulo 4

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Se hicieron escuchar exclamaciones de todos al luchar contra el equipo enemigo.

En un equipo había seis integrantes y en el contrario, la mitad; para ser un poco dispareja la pelea, las chicas eran muy buenas en ninjutsu aún tenían posibilidades de ganar contra todos sus contrincantes, saltaban alto, esquivaban hábilmente y pegaban duro. Era una pelea épica, todos mantenían la concentración en la pelea para evitar fatales consecuencias. Desgraciadamente para las kunoichis del Clan del Pie, Claire sufrió un fuerte dolor de cabeza inhumano que era imposible tolerarlo y al parecer era la primera vez que le ocurría ese síntoma.

-¡BASTA, DEMONIOS, PARA!-. Gritó con todas sus fuerzas, su desconcentración se la contagió a su rival de batalla, quien en ese instante era Donatello haciendo que se apiade de ella y se preocupara un tanto. Sus compañeras escucharon el grito pero no le tomaron mucha importancia, sólo voltearon y siguieron luchando con tanta rapidez que no pudieron ni notar que su amiga estaba yendo lentamente al suelo, típico del Clan del Pie solo quieren cerciorase de que no vayan perdiendo una lucha, ¿la vida de los demás? Ah, no tiene valor.

Donatello reaccionó con velocidad debido al susto que le dio aquel grito.
-¿Estás bien?-. Cuestionó Donnie por instinto y después optó por ayudarla a levantarse. Claire no contestó hasta después de unos segundos, mientras tanto el ninja navegaba en sus pensamientos -Bien, tengo que analizar ésta situación por todos sus ángulos: Estoy apunto de ayudar a mi enemiga que quiere atraparme, es súbdita de Destructor quien desea aniquilarme y ¡no estoy seguro si todo esto es una actuación! Pero si es real... no creo que esté mal darle un poco de ayuda a alguien que la necesita y que en verdad está sufriendo, no me gustaría verla sufrir más, se ve que tiene un lado dulce y es linda y... espera, ¿que dije?, ¿¡Que estoy diciendo!? ¡Basta Donatello!...- Pensó el mutante, otro grito se desprendió de la boca de la chica.
-¡No me toques, animal!-. Exclamó Claire alejando bruscamente la mano de Donnie cuando trataba de ayudarla para ponerse de pie.
-Uh... lo siento-. Tarareó Donnie apenado.
-¿Por qué te disculpas? Si hace un momento estábamos peleando... eso no tiene sentido-. Habló la kunoichi llevando su mano a su cabeza para sobarla y dejando muy nervioso al adolescente.
-Solo me... ¿preocupo por los demás?-. Respondió el ninja haciendo gestos de confusión-. ¿Te... puedo ayudar?-. Dijo extendiendo su mano hacia Claire -Rayos, ¿que estoy haciendo?-

Ella no tenía otra opción, en verdad sentía que se desmayaba, el dolor era para morirse y lo único que podía hacer era confiar en él, no había nadie más, nadie quien quisiera ayudarla, ni sus propias compañeras de batalla pues hay una regla en contra de ayudarse mientras están luchando específicamente. Por fin, extendió su mano.

Karai volteó su cabeza hacia sus compañeras para cerciorarse como iban en su pelea, primero una mirada hacia Zoe, todo bien, la situación estaba controlada, otra mirada hacia Claire, todo bi... la kunoichi abrió los ojos como platos, lo primero que divisó fue a su compañera tirada en el suelo, indefensa, tomando la mano de su contrincante, pero lo peor fue que identificó el arma del mutante en la otra mano colocada detrás de la espalda. Obviamente, pensó que era nada más y nada menos que una trampa, seguido de otro pensamiento: la única consecuencia de acabar con una guerrera de su equipo, era que la victoria se inclinara más a los adversarios, lo cual no debería de ocurrir estrictamente. -Ésto no le agradara a Destructor...-. Razonó Karai rápidamente sin desconcentrarse de su pelea.
-¡Zoe, Ikimashou!-. Gritó la líder del clan dando sus últimos golpes: una patada a Rafael en el estómago dejándolo sin aire revolcado en el piso y rociando los ojos con metsubishi a Mickey y a Casey dejándolos casi ciegos temporalmente. Después de sus ataques corrió hacia Claire.

Zoe al escuchar la orden, buscó con la mirada una razón por lo cual Karai había dicho vámonos de aquí en japonés, no tardó más de un segundo en encontrarla representando a su amiga en el suelo. Regresó a la pelea e hizo lo mismo que su jefa, golpeó a Abril muy fuerte hasta sacarle el aire dedicándole unas amenazantes palabras: -No he acabado contigo, te seguiré hasta verte morir...- después de eso se fue contra Leonardo e hizo una combinación de golpes dejándolo mareado por el dolor, después corrió junto a Karai, atacaron a Donnie por la espalda y lo aventaron a donde estaban sus hermanos con una patada increíblemente sincronizada entre ambas. Pasaron un brazo de la chica alrededor de sus nucas y desapareciendo en las sombras.

-¿Todos están bien?-. Preguntó Leonardo volteando hacia todos lados.
-Sí, estamos bien-. Contestó Mikey y Casey.
-Estoy mejor que hace un momento-. Dijo Abril tratando de sonreír.
-¡Regresen y peleen!-. Gritó el temperamental.
-Déjalo así Rafa, esto es un desastre... Karai mejoró todos sus movimientos y aparte trajo consigo otras kunoichis al mismo nivel que ella, casi nos derrotan... mejor tenemos que ir a casa a descansar...-. Propuso decepcionado Leonardo.
-No sería mala idea-. Opinó Donatello
-Digo lo mismo, hermano; ya quiero comer la pizza que dejé en el congelador, eso me haría bien-. Comentó Mikey.
-Nos vemos otro día, estoy agotado, adiós-. Se despidió Casey caminando lentamente hacia las oscuras calles de Nueva York.
-Yo digo lo mismo, hasta luego-. Abril se encaminó a su casa sin antes susurrarse para sí -Tengo que acabar con Zoe-.
-Vámonos ya-. Ordenó el ninja de azul para luego irse saltando por los techos de los edificios junto con sus hermanos hasta bajar por una alcantarilla y llegar a su hogar.

(*6 mes después*)
-¡Sí, eres tú!-. Gritó la pelirroja parándose de la mesa donde estaba comiendo. Era muy difícil figurarse a alguien cuando la última vez que lo viste vestía una armadura kunoichi y la cara, en su mayoría, tapada.
-Aww... me recuerdas, que linda de tu parte y también recuerdas a Claire, ¿no es así?-. Zoe puso un maligno gesto y levantó una ceja. En ese momento llegó la otra chica y se acomodó a un lado de su amiga.
-¿Cómo has estado Abril O'Neil?, Ah... hola, Jones-.

Los dos amigos abrieron los ojos como platos. Era obvio que no iban a luchar en ese momento y en ese lugar, pero si ellas estarían en Roosevelt High School era muy probable que los siguieran y pelearían después del horario de clases, así que la mejor opción para sobrevivir era que los perdieran de vista.

Retrocedieron sabiendo que no iban a poder contra dos kunoichis de ese nivel pero cada paso que retrocedían eran los pasos al frente de sus adversarias.

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