Capítulo 9

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En un oscuro lugar dentro de un extraño edificio de Nueva York estaban el considerado mayor enemigo de los mutantes del alcantarillado, Oroku Saki mejor conocido por sus enemigos como Destructor sentado, como siempre en su gran asiento terminando de dar órdenes a su ejército de ninjas, el Clan del Pie y su hija, Karai, a su lado verificando que todo esté en orden.

Después de mandar a su misión a un grupo de ninjas, un gran silencio reinó por poco tiempo en aquel lugar antes de que las enormes puertas se abrieran con un rechinido dando paso a Zoe y Claire quien seguía un poco adolorida. Se adentraron y siguieron andando por el ancho pasillo que se encontraba sobre un estanque cubierto por cristal; a una respetable distancia, las dos kunoichis se hincaron de frente a su maestro.

-Maestro Destructor-. Inició temerosa Zoe con la cabeza baja mirando fijamente al suelo-. Nosotras pudimos encontrar a Abril O'neil y a Casey Jones
-Tenían que encontrarlos-. Amenazó Destructor.- Y... ¿Dónde están?
-Tuvimos que dejarlos, maestro. Claire experimentó un terrible dolor de cabeza y tuvimos que escapar para que no nos derrotaran...-. Karai hizo un sonido con su boca en tono de burla y la chica tembló.
-¡Eso no es una excusa!-. Exclamó Oroku Saki haciendo que sus alumnas se agacharan aún más por el susto.- ¡Las entrené para ser las mejores kunoichis del Clan del Pie junto con Karai, no puede ser que un simple dolor de cabeza hiciera que su misión fuera un fracaso al igual que todo el entrenamiento que les día. En cuanto a ti, Zoe, no debes de preocuparte por alguien aunque estén a punto de matarlo, no debes arriesgar una misión por una persona ni menos por una así!-. Continuó levantándose de su silla, caminando hacia ellas y señalando a Claire.
-Lo sabemos perfectamente, maestro. Sentimos mucho lo ocurrido, le prometo que no volverá a suceder-. Se atrevió a hablar Claire y Destructor creó un silencio largo y espeluznante para las chicas.
-Les voy a dar una última oportunidad, saldrán mañana en la noche y si me fallan...-. Unas cuchillas salieron de su traje por los puños, levantaron la barbilla de Claire haciendo que mirara esos ojos que era lo único que no se escondía detrás del Kuro Kabuto, su casco sagrado de metal. Tragó saliva y prestó atención.- Las haré pagar-. Dejó en paz a sus alumnas y se fue a sentar nuevamente a su silla.
-No le defraudaremos, maestro-. Contestaron las kunoichis al unísono, se pusieron de pie, hicieron una reverencia y caminaron hacia la salida. A Claire le esperaría una larga noche de regaños desesperados de Zoe.

* * *

-No te asustes... son amigos-. Abril trataba de calmar nuevamente a la chica que acababa de despertar.
-¿Qué? Estoy alucinando, ¿verdad? ¡Eso no puede ser posible!-. Sus manos iban de un lado a otro sin saber cómo reaccionar o decir, se encontraba sentada encima de la mesa tirando a Abril y Elsa hacia sí.
-No estás alucinando y de alguna extraña manera si es posible, yo tampoco lo creía pero a veces lo único que hay que hacer es aceptarlo-. Aconsejó Elsa
-Está bien... No sé dónde estoy ni quienes son ustedes ni cómo puede ser esto posible-. La joven señaló con rapidez a los mutantes que estaban platicando con Casey en la sala y exclamó.- ¡Es difícil aceptar éste tipo de cosas en un segundo, ¿sabes?-. Elsa se encogió de hombros y la chica dio un largo suspiro.- De acuerdo... tomaré un poco de aire y me calmaré.
-Gracias por salvarnos en el callejón-. Soltó la pelirroja.
-Ah sí, no fue nada
-Lástima que te hiciste daño, perdona
-No te preocupes, me han pasado cosas peores-. Habló sin dejar de exponer su sonrisa en su rostro.
-Y ¿Cuál es tu nombre?-. Preguntó Gina.
-Sólo díganme Alex
-¿Ya se calmó la gritona?-. La cabeza de Mikey se asomó a la habitación con una enorme sonrisa e impaciente por conocer a la joven, Alex le lanzó una mirada fulminante
-¿Gritona? Perdóname pero si ves a una criatura verde de dos metros alrededor de ti al momento de despertar ¿no te asustarías? Déjame te doy un poco de miedo...-. Gruñó Alex arremangándose su blusa y formando puños con sus manos.
-Wow, de gritona a enojona pasas muy rápido-. Expresó nuevamente el pequeño de la familia y Alex rodó los ojos.
-Tal vez sufre de una enfermedad llama bipolaridad, para que lo sepas, Mikey, es el cambio repentino de emociones en una persona y...-. Informó el ninja de morado antes de ser interrumpido.
-¡No soy bipolar!
-Alex ya no está asustada, chicos, pueden pasar
-Buen día, yo soy Leonardo-. Se presentó el ninja de azul para luego dar los nombres de todos sus amigos.
-Hola chicos... y... ¿chicos?... Vaya, ¿Qué son?-. Curioseó la joven.
-Bueno, nosotros somos tortugas por si no has notado nuestro caparazón-. Comentó Rafael.
-Somos adolescentes-. Ayudó Leonardo.
-Mutantes-. Agregó Donatello.
-Pero de los buenos... ¡Oh, y ninjas!-. Aclaró Miguel Ángel.
-Asombroso-. Alex seguía sin creerlo.
-¿No estás asustada... aunque sea un poco?
-Admito que al principio si lo estaba pero veo que son amigables y no hay peligro
-Éste es un... ¡súper día!, ¿ya vieron cuantos más amigos humanos hemos hecho?, está Abril, Casey, Gina, Alex... ¡esto es fabuloso! ¡¿Hay alguien más que quisiera ser nuestro amigo o amiga?!-. Exclamó Mikey completamente emocionado para después recibir un pequeño golpe de Rafa.
-Ah... ¿hola?-. La voz de una chica resonó desde la sala, todos se quedaron mirándose unos a otros y decidieron ir a dónde provenía. Abril fue la primera en salir y sorprenderse por lo que acababa de ver, una seña con las manos bastó para que sus amigos entendieran que no salieran.
-¿Yeiny?... ¿Qué haces aquí?-. Preguntó Abril tratando de esconder a sus amigos con una gran y gigantesca sonrisa.
-¿Abril? Creo que mejor dicho ¿Qué haces tú aquí?
-Yo solo...es mí... ¿guarida?...si, guarida
-¿guarida...? entonces ¿de quién te escondes?
-Bueno para mi es solo un lugar para... reflexionar... pensar... y ... hacer ta-re-a-. Contestó la pelirroja sin desaparecer la enorme sonrisa en su rostro mientras que Yeiny la miraba con desconfianza y sospecha.
-¿Segura?
-Sí, sí, sí, ¿Por qué no debería de estarlo?
-¿Por qué estás tan feliz?-. Yeiny volvió a interrogar a Abril enarcando una ceja.
-Por qué no estar feliz es la cuestión, ¿Siempre haces muchas preguntas?
-Estás pálida, ¿hay alguien aquí? Digo es que parece que no quieres que vaya hacia allá-. Dijo Yeiny apuntando al laboratorio.

Antes de que Abril pudiera responder, se escuchó un grito desde el laboratorio que hizo que el corazón de la pelirroja latiera al mil por segundo y que Yeiny frunciera el ceño y entrecerrara los ojos asomándose para ver quien estaba en la habitación de al lado.

-¡Tonto!-. Abril reconoció que había sido Gina la que había gritado.

Un segundo después literalmente, salieron rodando por el piso los cuatro mutantes para luego quedarse sentados en el suelo mirando a Abril con caras preocupadas e inocentemente sonrientes recibiendo aun así una mirada fulminante. La chica se giró para encarar a su amiga con los ojos abiertos y una sonrisita tímida que revelaba no saber qué hacer.

Esta historia esta casi completa en el grupo "Soy fan de tmnt 2012 y que??!" de Facebook, pues ahí la empecé y estoy editando el fic para publicarlo aquí, el fic se encuentra en el álbum NEW LIFES del grupo. Si te ha gustado la historia hazmelo saber en los comentarios porfavor:)

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