When I Met You (Steve x T.J)

Capítulo Quince

−Juro que si vuelves a llamar no voy contestarte −dijo T.J al teléfono.

Steve podía escuchar a Gunner protestar del otro lado de la línea.

−Bueno, pues no te haría daño confiar un poco más en mí, eh −bufó T.J esta vez, con una molestia que no tenía nada que ver con la manera en la que su mano acariciaba el brazo de Steve.

Era un domingo por la mañana, y Steve estaba en el apartamento de T.J, sentado en su cama contra la cabecera, con T.J recostado sobre él, con la espalda contra el pecho de Steve, mientras ambos veían la televisión.

Ellos tenían acordado con Gunner que pasarían los fines de semana juntos, pero, aun así, Gunner llamaba insistentemente para saber que hacían. Antes, esa insistencia molestaba y confundía a Steve, ya que no sabía el motivo de tanto alboroto, ahora lo hacía.

Después de lo que había descubierto en el baño del cuarto de T.J en la casa de su madre, y después de la charla que había tenido con Margaret (quien había hecho prometer a Steve que estaría con T.J en todo momento, especialmente durante la inauguración de La Cúpula), Steve había hablado con Gunner del asunto, y este había admitido que él y T.J le habían estado mintiendo, ya que T.J le había pedido a Gunner que no le dijera cual era el verdadero motivo del seguimiento, ni de su adicción por la cocaína. Cuando Steve le preguntó a Gunner porqué, este dijo que T.J había estado seguro de que lo dejaría si se enteraba.

Steve no estaba tan seguro de ello, desde el principio había estado en un punto sin retorno cuando a T.J se refería.

Luego, no había podido evitar preguntar qué tan fuerte era la adicción de T.J.

−He visto casos peores −dijo Gunner, que había sido un adicto también, y que en la terapia y en el grupo de autoayuda, había visto a un monto de personas como él−, por supuesto, ninguna adicción debe que tomarse a la ligera, pero he visto personas que no pueden soportar estar más de medio día sin consumir, ese no el caso de T.J.

− ¿Entonces él está bien ahora? −había preguntado Steve.

−Él lo está haciendo bien... está muy motivado por dejar esto atrás, creo que todo tiene que ver con el club, y contigo, lo haces querer mejorar, hacer las cosas de la manera correcta.

Steve se había sorprendido al escuchar esas palabras, porque él no se sentía como si estuviera haciendo algo especial, aun así, se sintió feliz de escucharlo, por T.J, y por su disposición a intentar dejar lo malo atrás.

Ahora Steve entendía el porqué de la insistencia de Gunner, y lo comprendía, y aceptaba hablar con él cada vez que este le pedía a T.J que le pasara el teléfono, parecía que Gunner confiaba en Steve para que cuidara de T.J, y él se esforzaba mucho en hacerlo.

Le había pedido a Gunner que no le dijera a T.J que sabía sobre su adicción y sobre el verdadero motivo del seguimiento, y Gunner había accedido. No es que Steve pensara que debía ocultar los problemas de T.J, no lo hacía, pero al ver lo renuente que estaba T.J a que se enterara, y al recordar el cómo se había apartado cuando Steve se enteró de su intento de suicidio, temía que al enterarse de que sabía la verdad, volviera a hacerlo.

Así que se esforzó por hacer como si no supiera nada, se esforzó por tratar a T.J igual que siempre, lo cual no fue muy difícil, bueno, talvez estaba un poco más ávido de contacto y apenas le daba espacio a T.J de escaparse de sus brazos, pero cuando se decía que estaba siendo muy pegajoso e intentaba darle un poco de despacio, T.J se volvía el mismo pegajoso con Steve, así que Steve no intentó detener sus muestras de cariño.

Lo que si cambió fue su manera de ver a T.J, no es que dejara de gustarle, le seguía gustando y lo seguía queriendo, y como que su cariño crecía más y más cada día, pero ahora le era imposible no ver la parte de T.J que se hacía daño a sí mismo, y aunque Steve sabía que T.J era una persona increíblemente dulce y encantadora, también sabía que lo cruel que podía llegar a ser si quería, solo tenía que recordar la manera en que lo trató cuando intentó alejarlo, así que, Steve no podía evitar sentirse dolido por esa parte de T.J que podía llegar a hacerse daño a sí mismo, en especial cuando Gunner dijo que esa era su manera de actuar cuando las cosas se ponían feas.