En un pueblo muy lejano donde estaba tan alejado que cualquier tecnología conocida aun no llegaba, la ciencia aún no era bien recibida. El pueblo aún se sustentaba de los viejos oficios, recolectores de leña, herreros, carniceros, vendedores de hierbas y demás.
El pueblo de Lynch siempre se considero como uno muy tradicional y orgullosos de ser autosustentables, lo del pueblo era para el pueblo. Todo transcurría con paz y hasta cierto punto monótono. Pero extraños acontecimientos estaban por ocurrir.
Gritos a todo pulmón irrumpieron por el bosque, aves salieron volando, liebres se escondían
-¡¡¡Ayuuuuda, que alguien venga!!
-AAHH
Al día siguiente cuando un grupo de leñadores partían directo al bosque para cumplir con su labor diaria.
- ¡¡Fukuchi san, venga a ver esto!!
El líder de los leñadores se acercó hasta poder vislumbrar la raíz del alboroto.
Ante sus ojos se encontraba un cadáver, el cuerpo mutilado, de lo que era una persona ahora solo eran pedazos de carne.
Después de enterrar lo que quedaba de un ser humano, le rindieron sus respectivos honores funerarios, claro sin mencionar su nombre ya que el rostro estaba totalmente irreconocible.
- ¡Estén alerta! y sigamos- fue la orden del líder.
Al volver al pueblo cada quien con su respectivo lote de leña, se reunieron en la cabaña principal, para iniciar la repartición de madera olvidándose completamente del evento transcurrido, era común encontrar cadáveres de personas intentando cruzar el bosque, estando a la merced de las bestias salvajes, los leñadores eran los únicos capacitados para internarse en ese lugar, sabían de sus peligros y por ello es que viajaban en grupo.
Una discusión fuera de la cabaña se llevaba a cabo
- Te he dicho que las he contado ¡¡todas!!
- ¿ya volviste a contar?
-¡¡que si!!
-Pero ¿qué sucede aquí?-mencionó el líder de los leñadores.
Frente a él se encontraban dos chicos, una castaña de pelo largo atado en dos coletas, y un chico rubio.
-Kenji explica.-dijo con autoridad el hombre mayor.
- Teruko ha perdido a dos ovejas.
inmediatamente la niña en su defensa - no he perdido a ninguna, me lleve a cuarenta y tres y regresaron todas.
-¡¡Pero si en total habían cuarenta y cinco.!!- el chico respondió- Fukuchi san, ayer yo deje a todas las ovejas y eran ¡esa cantidad!.
-Tranquilos de vez en cuando bajan los lobos de la montaña para robar nuestro ganado, quizás eso paso, descuiden lo más seguro paso eso, solo hay que reforzar los corrales.
tlac tlac tlac - las herraduras de los caballos al pisar el camino empedrado, la vieja carreta que trasladaba heno se tambaleaba por el movimiento tan irregular.
tlac tlac tlac - los caballos se detiene.
La carreta se detiene justo en el centro del lugar, los curiosos se asoman desde la ventana de sus casas, el herrero deja de golpear el candente metal., un silencio llegó.
De la carreta bajó un hombre, de cabello oscuro un tanto largo, sostenido por una pequeña coleta, de porte elegante, de traje y zapatos bien lustrados.
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LUNA LLENA [FIC BSD]
FanfictionEn un pueblo lejano empiezan a ocurrir cosas misteriosas.