Hombre lobo

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Sus ojos cafés sin ningún brillo alguno lo miraban con detenimiento.

- ¿Acaso nunca antes habías visto a un hombre lobo? - sin más soltó el chico

Mori entre sorprendido y muy confundido -¿ hom..hombre lobo?

Sin responder el chico se levantó, ahí es donde se obtenía una mejor vista, un joven castaño, delgado y alto no aparentaba más de quince años, no usaba ropa, lo único que cubría algo de su desnudez eran las vendas que le fueron colocadas durante la noche.

El chico no duró mucho en pie, en pocos minutos sufrió un desmayo.

Mori cargo al muchacho y lo llevó hasta su cama, toco su frente y esta ardía, colocó un paño húmedo y lo dejo descansar.

Trato que su visita al centro del pueblo fuera lo más rápido posible, saludo a los vecinos y fue directo a buscar comida. primer obstáculo los alimentos estaban racionados, si bien uno cosechaba lo que sembraba podía disponer de ello, pero si no sembrabas estabas atado al suministro general donde se repartía a todas las personas que por sus labores cotidianas no podían sembrar.

Ahí se encontró al herrero que mantenía una discusión con un leñador.

- venga hombre, te he dicho que la trampa que coloque dio en el punto, no debe de andar lejos ese monstruo malherido.

-.¿y si fue una liebre lo que la activo?

Con una cara pensativa el leñador detuvo sus palabras, ciertamente no había pensado en esa posibilidad.

Pero lo que él no sabía era que su trampa había funcionado bien y ahora Mori se estaba haciendo cargo del lobo.

Fukuchi detuvo el tren de pensamiento de Mori - hey! Buenos días!, Supongo que has venido por la dotación de la semana - y dándole un fuerte golpe en la espalda - muchachos atiendan bien a mí amigo, que por nada será el nuevo médico del pueblo.

- ¿médico? - varias personas lo dijeron a una sola voz.

Mori ante al anuncio solo extendió sus palmas y con una sonrisa a todos - aún no estoy bien instalado pero pronto abriré mi consultorio para que todos puedan ir a un chequeo.

- ¿consultorio?

Más de uno tenía el rostro de confusión como si de otro idioma hablasen.

El líder tuvo que explicar de forma burda que el trabajo de Mori era como la de un curandero y que el consultorio era un lugar al que se tenía que acudir en caso de algún dolor o accidente corporal.

Con esa explicación fue como todos entendieron la labor del nuevo miembro de la comunidad.

Un olor exquisito despertó al castaño, las tripas le rugían, su mano aún lastimada sentía que le palpitaba y sudaba frío. Enseguida la puerta del dormitorio se abrió dejando ver a quién era su salvador, este llevaba una charola con lo que parecía ser un plato de sopa y un vaso de jugo.. colocó la bandeja en una mesa junto a la cama, ayudó a enderezar al muchacho para que pudiera comer.

- ¿cómo te sientes? - preguntó el médico mientras le acomodaba las almohadas que servían como respaldo.

- de maravilla, mi brazo me duele, mi cabeza da vueltas y tengo un hambre de los mil demonios, ah y un extraño me cuida.

Ante el sarcasmo de las palabras Mori con una leve sonrisa - tu brazo duele porque recibió unas puntadas, al parecer pisaste una trampa, no fue algo grave pero seguro te deja cicatriz, por cierto soy doctor, me llamo Ougai Mori. - con una pausa - ¿Cómo te llamas?, ¿Tienes algún nombre?

- Dazai, así es como en mi manada me llamaban.

- ¿aah? ,¿Manada? ¿Hay más como tú?

Un gruñido proveniente del estómago del chico interrumpió.

- lo siento, primero tienes que comer algo- y con una cuchara tomo un poco de sopa, le soplo y se la acercó a Dazai.

- sabes no soy un bebé para que le soples a mi comida - pero aún así no evitó que así se comiera la sopa

- lo siento, yo tenía una hermana pequeña y me acostumbré a darle así de comer.

Después de que terminara de comer siguió la serie de preguntas que estaban inconclusas. El muchacho explicó que hace tres meses su manada fue atacada por cazadores, algunos murieron y otro escaparon, el alfa de la manada lucho y quedó herido pero protegió a los que pudo.

- todo este tiempo estuve bajo el cuidado del alfa, solo éramos nosotros dos, los que lograron escapar ahora se encuentran lejos... - con lágrimas que empezaban a brotar - yo... si no fuera tan débil pude también haber protegido a mi familia.

Mori no vio ahí a un monstruo, lo que vio fue a un muchacho que sufría.

- ¿Entonces tú y el alfa han estado vagando por ahí, y matando gente?

Limpiándose las lágrimas - no, nosotros jamás matamos a personas. Durante la luna llena somos lobos después simplemente somos personas, aunque claro con nuestros instintos siempre presentes.

- entonces ¿no fueron ustedes, no matan a personas?

- no, durante las noches solo cazamos a otros animales.

-Entiendo... Entonces ¿solo se transforman en luna llena?

- si y no, por lo menos yo solo puedo en luna llena, el alfa puedo hacerlo a voluntad, no por nada es un líder nato.

- ¿ voluntad?

- cuando eres mayor y alfa puedes hacerlo, es algo que viene con la experiencia.

Toc toc toc- se escuchó unos fuertes golpes en la puerta principal.

- ah ya vuelvo..

Bajo por las escaleras de madera, paso junto a su pequeña sala, noto que la chimenea estaba apagada, quizás después de atender a su invitado la encendería para hacer más cálido el lugar.

- oh, Chuuya gracias por tu ayuda.

El pelirrojo había llegado por un favor que el doctor le había pedido en la mañana, resulta que por la noche había llegado uno de sus aprendices, que originalmente llegaría junto con él, pero en el trayecto tuvo complicaciones que hasta su equipaje perdió. Por lo tanto Chuuya estaba ahí para ceder algo de su ropa.

Una mentira un poco rebuscada pero fácil de creer fue lo que Mori tuvo que hacer para que el chico tuviera algo de ropa, pronto tendrían que hacerle una visita a la modista.

LUNA LLENA  [FIC BSD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora