Pelear o morir

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Noche silenciosa

En esta noche tranquila

Necesito un poco de luz


-Regresa al infierno- gritó Mori, soltando otro conjuro para librarse de las cadavéricas manos.

-jajaja, amor- hablo el pelinegro-acabo de llegar-un aullido de lobo rompió contra el viento- saber que estás más interesado en esos lobos, que en mi, rompen mi corazón...- acercándose a Mori y aprovechando que las manos infernales lo tenían sometido, tocó suavemente su mentón- si los elimino... ya no tendrás que preocuparte por ellos, toda tu atención será para mi.-Una niebla lo cubrió y se esfumó con ella.

Mori volvió a quemar las manos que lo tenían agarrado, esta ocasión no surgieron más, corrió hacia el bosque, era un carrera por encontrar a los lobos antes que Rimbaud y los cazadores. Corrió lo más rápido que podía, al llegar a un punto muerto del rastro de los lobos, cerró fuertemente los ojos, concentró su energía y al abrirlos su ojos violetas parecieron brillar y se mostró ante él muchos caminos de energía, hilos de distintos colores que iban a diferentes direcciones del bosque, cada uno representaba a algún ser que recientemente había pasado por ahí, se concreto aun más y algunos hilos desaparecieron, hasta solo mostrar los que realmente le interesaban, emprendió la marcha siguiendo un hilo de color rojo.

-Grr..-

-Parece que me encontraste primero-apuntando su arma contra un loco marrón- me ahorraste mucho tiempo de búsqueda.

-Grrr- el lobo se abalanzó sobre el cazador pelinegro, el disparo falló, pero no por mucho, la bala alcanzó a rozar su pata delantera.

-No te alegres, me gusta jugar primero con las presas antes de matarlas-sonrió mientras volvía a apuntar- da más emoción a las cosas. El lobo volvió a atacar de frente, el siguiente disparo volvió a rozar una de las patas, ahora era la otra, provocó un chillido de dolor.

-JAJAJA, si, justo así es como los otros de tu manada chillaron, antes de convertirse en abrigos-volvió a apuntar- no te preocupes, tu piel servirá para el invierno en Rusia.

El lobo por la adrenalina, más odio trataba de atacar al cazador, el daño más letal que había hecho era rasguños, solo necesitaba tumbarlo y morderlo hasta acabar con él, pero las heridas en sus patas delanteras habían hecho que perdiera fuerza en su empuje.

-Un lobo que no me puede derribar- Fyodor poseía una sonrisa tan aterradora que podrías jurar que estabas ante un demonio - lamentable, pero quiero verte un poco más en agonía.-Otro disparo, ahora en una pata trasera- después de las patas vienen los ojos.- Apuntó nuevamente.

La bala había quedado incrustada en el tronco de un árbol.- ¡corre!,¡corre!- gritaba Chuuya que saltó sobre Fyodor para desviar el siguiente disparo.

-¡Quítate!-grito el ruso- ¿Por qué proteges a la bestia que asesina a tu pueblo?

-¡No es un monstruo!-grito Chuuya mientras forcejeaba contra el pelinegro para quitarle su arma, de pronto el ruso volvió a poner su sonrisa aterradora.

-¿Quieres el arma?-la soltó y sacó un cuchillo- veamos que puedes hacer con una sola bala.-le dio una patada, una que esquivo haciéndolo retroceder.

-Grr...-Él lobo se posicionó frente a Chuuya, lo protegía.

- Dazai, no es necesario- El pelirrojo, movió su cabeza de un lado a otro, provocando un pequeño crujido en su cuello. -si quiere pelea, ¡Pelea le daré!-corrió directo al ruso.

LUNA LLENA  [FIC BSD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora