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   —Bien. Quédate.

   Sus palabras eran bruscas. Ásperas. Llenas de rabia. No sabía porque me sentí defraudado cuando se dio la vuelta y se alejó dando pasos largos. Yo había conseguido lo que quería. Más tiempo con Theo. Más tiempo donde todo era seguro.

   ¿Por qué me sentía como si hubiera perdido algo que era más importante? 

    Esa noche cuando fui a la cama, por primera vez, esperaba con impaciencia mi cambio de turno. Theo había sido un poco excesivo con su entusiasmo de que me quedara con el grupo. Hasta me había dado una de sus camisetas Marcel's Kampers verdes para que usara, que infantil. Se había pegado a mí como el pegamento al papel. Era tan obvio que estaba increíblemente feliz de que iba a estar a su alrededor. Eso debería hacerme sentir alegre. 

   Pero Derek se ponía muy malhumorado cuando Theo era feliz. Mantuvo la distancia. Él y Scott habían tenido muchas conversaciones privadas al otro lado del campamento. Parecía como si estuvieran discutiendo. La cara de Derek tomo una expresión tempestuosa y finalmente se alejó. 

  —Hombre, pensé que lo iba a golpear —susurró Theo a mi lado y me di cuenta que no era el único que había estado mirando como transcurría el pequeño drama. 

   Tenía una furtiva sospecha de que ellos habían estado discutiendo sobre mí y mi insistencia en quedarme. ¿Pero, por qué se preocuparía Scott? ¿En realidad, por qué lo haría Derek? No es que tuviéramos una conexión o algo. 

   Cuando Isaac finalmente volvió a la tienda y me dio un codazo con un cansado —Tu turno— estaba más que listo para salir. Quería hablar con Derek, tratar de explicarle... 

   ¿Qué exactamente?

   No estaba seguro. Sólo sabía que no quería que se marchara en la mañana, todavía estaba molesto conmigo. Pero él había sido el que había dicho que tenía cosas más importantes que hacer que preocuparse por mí. Theo me hacía sentir como si yo fuera lo más importante.

   Cualquier persona necesitaba eso. 

   Pero cuando di un paso fuera de la tienda, no era Derek el que me esperaba. Era Ethan. 

   —¿Dónde está Derek? —pregunté.

   —Durmiendo, supongo. Tomaré ese lado —empezó a alejarse. 

   —¿Ethan?

   Se detuvo y miró hacia mí. No llevaba su habitual sonrisa burlona. Quise que la razón de ser fuera que era muy tarde, pero sabía que también él estaba molesto conmigo. 

   —No entiendo por qué el que me quede es una gran cosa.

   Suspiró.

   —Lo sé. Y esa es la razón de porque es un gran problema. 

   —Así que ¿por qué alguien no me explica eso? —le di una mirada puntiaguda. 

   —No me corresponde. 

   Que excusa tan poco convincente. 

   —Lo que sea. Son diez días. Caray. Tus chicos están actuando como si los estuviera traicionando o algo así. 

   —Solamente no esperamos que tú fueras el que se quedara. Esto es todo.

   ¿Porque era el novato? Si Derek realmente estuviera preocupado por eso, él podría haber insistido para que me marchara. Las cosas eran tan confusas. Estaba agradecido que tendría unos días sin que Derek bombardeara mis pensamientos. 

   El chico de manera típica, Ethan se alejó como si todas mis preguntas habían sido contestadas. Sólo que yo tenía más preguntas. Pero él no iba a responder a ellas. Pensé en despertar Derek, pero no quería molestarlo. 

Luz de Luna - Sterek AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora