ANN.
Llego el gran día de regresar a nuestros respectivos obligaciones estudiantiles y como costumbre ponemos la casa de cabeza, los chicos buscando sus uniformes y mi madre y yo preparando el desayuno.
-Alex, Samuelik bajen ya se les hará tarde para la escuela- grita mi madre desde la cocina con su cabello igual que un nido de pájaro y su habitual bata de dormir, los solicitados bajan corriendo por las escaleras, uno con problemas de nudos de corbata y Samuel con los botones de la camisa todos desordenados, comenzamos con la rutina. –Por Dios nunca aprenderán a cambiarse solos, ¿verdad?- reprocha ella acercándose ha ambos brindándoles ayuda.
-Ma' no entiendo por que Ann tiene que llevarme a la escuela, estoy muy grandecito como para que mi hermana mayor me este custodiando en el camino. –Protesta mi hermano mientras yo le regalo una sonrisa con malicia desde la nevera.
-El bueno para nada de su padre se ha desentendido de ustedes desde hace varios meses, ya no nos envía la mensualidad para solventar los gastos de la casa y no veo el problema si tu hermana tiene un auto puede llevarlos a los dos.
-A mí me encanta la idea que ángel nos lleve, es más divertido con ella.- opina Samuelik devorando uno de sus sándwich.
–Tu no digas nada, todo lo que venga de ella te gusta nunca estas en desacuerdo. -no puedo evitar soltar una carcajada mirando al pequeño en complicidad le guiño un ojo y en respuesta el levanta su pulgar con una sonrisa ladina.
-Bueno si no quieres ir conmigo está bien no pondré resistencia pero eso sí, ten en cuenta que son varios kilómetros de distancia lo cual te ayudara a tu entrenamiento físico. Vele el lado positivo.
–Contigo no se puede, me rindo.
Después de unos minutos de carretera llegamos a la ciudad, como mi madre lo había pedido la escuela de Samuelik esta cerca de mi universidad, dejamos a Alex primero seguido del menor.
-Nunca olvides cuales son las primeras pautas para la seguridad.
-No hablar con extraños, si veo alguien sospechoso buscar ayuda y nunca aceptarle comida a nadie que no conozca. –levanto mi mano para chocar los cinco depositado un gran beso en su frente mientras lo despido con una sonrisa, rápidamente dirijo la mirada a mi muñeca observando la hora maldiciendo al mismo tiempo que me percato de esta entro al auto arrancando de inmediato hacia mi destino. En cuestiones de segundos estoy en los pasillos de la UNI y como de costumbre se encuentran repletos de universitarios y veo que el equipo de futbol viene con toda este año, sus típicos uniformes y las porristas no se quedan atrás acompañando sus pasos a donde quieran que estén, mi papel en el plantel es muy sencillo como les había dicho, adopto una nueva personalidad y las barreras contra cualquier persona que quiera entrar a mi vida pero no todo es perfecto siempre debe haber una falla y esta falla no me gusta para nada. Un aura gris es captada por mi visión y desde que tengo conocimiento he visto algo similar y es ese chico de la carretera, con curiosidad y astucia me dirijo a él chocando su hombro votando por los suelos sus pertenencias, al voltear su cuerpo me quedo quieta mirando cada parte de su cuerpo y al parecer me reconoció porque sus pupilas se dilatan haciendo contacto con las mías.
-Porque no te fijas por donde caminas- se queja con esos ojos color café. Empiezo a reír mentalmente, es bastante directa su actitud aunque ese gris alrededor de su cuerpo no me da buena espina. –Lo siento estaba distraído – se escusa recogiendo los papeles del suelo, sin respuesta me alejo poco a poco hasta el salón de clase.
Al entrar las miradas curiosas no se hacen esperar por los presentes pero como siempre paso desapercibido esas cosas, me dirijo a mi respectivo lugar, pasado unos cuantos minutos maldigo profundamente, hoy el destino está jugando conmigo porqué justamente tiene que el entrar por esa puerta. No teniendo otra alternativa saco mis audífonos optando una postura garbada estirando mis piernas, reproduciendo las primeras canciones de mi IPhone, los actos protocolarios por parte de los maestros es algo que nadie se puede saltar, incluso el más problemático que en este caso "soy yo" tiempo más tarde estamos haciendo el recorrido de inducción y justamente lo dirige Luis el chico inteligente del instituto y algo parecido a un amigo para mí, su sarcasmo y gran sentido del humor es característico de su personalidad, el color que lleva en si me brindo algo de tranquilidad, el azul lo cual expresa armonía, confianza y afecto. De todas las personas que conozco y los escasos amigos que tengo ha obtenido que comience a confiar en el paso a paso y eso me alegra en cierto modo, aunque no hablemos mucho y no demostremos algún laso de cercanía créanme que le he tomado mucho afecto, él sabe cómo soy y no me juzga ni mucho menos trata de buscar alguna información de mi vida, el condenado es tan despreocupado de la vida que ni le interesa mis cosas ni yo las suyas creo que es por eso que nunca lo rechace o le hice un desplate de esos que hacen coger fastidio.
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Eres Mía. By (Jungkook) en pausa.
Teen Fiction© Sinceramente conocerte ha sido una de mis mayores aventuras, pero una de esas peligrosas donde no sabes si saldrás vivo de ella. Tu y yo somos como energía de alta tención que si se unen puede ocasionar una gran explosión, pero antes que eso suced...