seis

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Cuando volví a la casa, me encontré a Mateo sentado en el sofá, estaba con el celular y no me dio bola cuando entré por la puerta, ni siquiera me dijo un simple "hola", me fui dolida para el cuarto de Mateo y llamé a Fernando para pedirle disculpas.

-Hola- le dije algo asustada.
-Hola- dijo él también.
-Perdonáme si? Porfavor Fer te necesito-.
-Bueno está bien, pero porfavor sé más responsable Mili, tenes ya 15 años.
-si ya se, pero mira lo que me pasó, ese mismo día estaba apunto de bajar a la plaza y entré al cuarto de Mateo a coger algo que no me acuerdo que era y Mateo me dijo que me quedase a dormir con él y no me pude resistir y se me olvidó de llamarte para cancelar lo de juntarnos.-
-Como que Mateo te dijo que durmieses con él?-
-Ai si Fer y el otro día me besó-. Dije en tono de enamorada
-Te gusta?-.
-Si Fer, me gusta demasiado, nunca nadie me había llegado a gustar tanto, hasta hace un rato no tenía las cosas claras pero el hablar con vos me aclaró todo, te amo.

Y colgué la llamada, cuando iba a salir Mateo estaba escuchando la conversación atrás de la puerta y cuando la fui a abrir me lo encontré.
Lo único que hice fue ignorarle tal y como hizo el conmigo, me dio vergüenza porque de seguro escuchó cuando le decía a Fer que me gusta Mateo, pero es cierto, me gusta desde el primer momento que le ví.
Como que yo le ignoré el también lo hizo y entró a su cuarto y se puso música, Martina debió entrar a su cuarto porque se escuchaban sus risas.
Estábamos mi mamá, Pedro, Emi y yo en el sofá viendo una película, yo estaba situada en una esquina del sofá y ellos tres en la otra esquina ya que yo estaba estirada y ocupaba casi todo el lugar.
De repente bajó Mateo y Martina, Martina se iba a casa de una amiga y se iba a quedar a dormir durante una semana porque iban ha hacer una especie de tradición rara, pero Mateo se quedó con nosotros, yo estaba estirada y  cómoda lo cual Mateo me recogió un poco las piernas se sentó y me puso mis piernas encima de las suyas.
De nuevo me volví ha acelerar, la verdad no entiendo a Mateo, primero me trata bien, me besa y tontea conmigo pero después me ignora y luego intenta volver a estar bien conmigo.
Al acabar la película subí al cuarto y Mateo me siguió en silencio.
Al entrar me empujó con la cama y me estiró me empezó a besar pero yo no entendía nada así que me aparté de él.

-¿Que onda con vos Mateo?
-Perdonáme, fuí un imbécil esta mañana-.
-Si, bastante. Te voy a ser sincera, no te entiendo, primero me tratás bien después me besás luego me ingnorás y ahora me volvés a besar-.
-Esque Mili tenes que entender algo-.
-El que tengo que entender? Que soy tu marione— Mateo me cortó y dijo lo siguiente.
-Me gustás Mili, me gustás, pero vos lo de las indirectas no lo entendés, decidí pasar de vos porque tampoco me dabas bola-.
-De verdad te gusto?
-Si boluda, desde que te ví conectamos miradas y siento como si ya nos hubiéramos conocido en otra vida-.

Me quedé callada, dijo exactamente lo que yo pensaba y yo tampoco sabía que decirle, él ya sabía que yo gusto de él, porque de seguro lo escuchó mientras yo hablaba con Fernando.

esas vacacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora