28

44 2 2
                                    

Fueron pasando los días y Mateo y yo lo habíamos dejado porque me fue infiel un par de veces,y se cumplió mi mayor miedo, que me dejara sola criando a nuestro hijo. 

No sabía nada de él hacía mucho tiempo, lo bloqueé por todas partes y intenté sacarlo de mi cabeza pero era imposible. Estaba de casi nueve meses, en nada iba a nacer mi hijo, se llamaría Matías, el nombre si lo escogímos Mateo y yo, no quise cambiarle el nombre. 


Era un día normal, yo estaba en casa porque ya había terminado los estudios y por el momento la universidad tendría que esperar. Estaba tumbada en una toalla afuera en la terraza de casa, para que me diera el sol, cuando de repente empezó a sonar mi celular. 

Lo agarré y no sabía quien era, así que lo cogí:


EN LA LLAMADA

-Hola?- dije

-Hola Mili, soy....- cuando escuché su vos mi corazón se quebró de nuevo, inconscientemente me toqué la panza, sabía que era Mateo.

-Ya sé quien eres-. dije algo seca

-Ah bueno, quería decirte que estoy muy arrepentido de todo lo sucedido. Tampoco quiero decirte de volver porque no quiero presionarte, pero calculé que más o menos estabas de casi nueve meses y que dentro de poco nuestro hijo iba a nacer-. no pude escuchar nada más, se me partía el alma no tenerle cerca, y escuchar esas palabras. 

-Eeee.. si....-. dije llorando

-Mili, no quiero que llores si?, sé que durante todo este tiempo estuviste hablando con mi viejo, me enteré el otro día, porque se dejó el celu en casa y le llegó un mensaje tuyo-.

-Si, le tengo mucho cariño a tu viejo.....era imposible dejarme de hablar con él.-

-Bueno me alegra saber eso, la semana que viene voy a estar por Barcelona, porque me gustaría estar presente en el parto de nuestro hijo-. 

-Mateo, haz lo que quieras, no tengo ánimos para estar hablando contigo después de todas lass veces que me fuiste infiel y yo como una tarada perdonándote porque te amo.-

-Yo todavía te sigo amando Milagros....- dijo con la voz rota, pero escuché una voz femenina al fondo de la llamada y ahí volví a entrar en razón.

-Si me siguieses amando, no tendrías a una amiguita ahí dando vueltas por tu casa, mientras te busca porque estás escondido para hablar conmigo, así que ni te se ocurra volver a  aparecer de nuevo por favor.- 

-Mili, yo..- corté la llamada y empecé a tirar todo al suelo, me sentía usada. 


esas vacacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora