Cuando tengo a Mateo cerca, siento seguridad, estabilidad emocional, me siento protegida amada, me siento perfectamente bien. Como si estuviera en las nubes.
Cada beso suyo es un viaje a un paraíso diferente, amo cuando me toca, cuando nuestros cuerpos se rozan, amo todo lo que él me hace sentir.
Aún estábamos en la playa, no había nadie, obviamente, nosotros eramos los únicos locos que en invierno deciden ir a la playa. Eran las 18:00 de la tarde queríamos ver la posta de sol que iba a ser a las 21:15 así que nos quedamos hasta que vimos el sol ponerse, a las 21:40 estábamos volviendo al hotel caminando, se nos hizo bastante de noche para andar por la calle, pero estaba con Mateo y no tenía miedo.
Cuando llegamos al hotel mi hermana nos estaba esperando en la puerta de nuestra habitación llorando, todavía yo seguía enfadada con ella y Mateo ni si quiera le hablaba ni miraba. Estaba bañada en lágrimas y borracha así que fuí corriendo para ver que le pasaba.
-Eu, que te pasó?-dije y la hice entrar.
-Soy una mierda Milagros, soy una mierda, soy muy mala y estoy tan arrepentida de todo...- dijo entre más lágrimas, quedando sentada de nuevo en el piso sin fuerzas de ningún tipo.
-Eu, bueno tranquila, ya pasó, ya te perdoné-. dije angustiada.
-Es que vos no sabés la realidad de lo que pasó-. dijo secándose las lágrimas pero sin moverse de donde estaba.
-Y cuál es la realidad entonces?
-Yo besé a Mateo, porque te tenía envidia, siempre te tuve envidia, aunque no lo pareciera-.
-Envidia a mi? vos de mi?-.
-Si Milagros de vos, de que siempre supieras enfrontar las cosas rápido, de que siempre te fuera bien todo dentro de lo que cabe, de que si tuvieras a gente que te quiera de verdad, de que seas tan madura de mente, de que tu primer novio sea alguien como él y no como él tóxico del cual aún sigo enamorada porque soy gilipollas... sos increíbel, sos perfecta. Y besé a Mateo, para que sufrieras y tu la pasases mal, él no me gustó NUNCA, por eso es mi mejor amigo, Mateo ni si quiera fue capaz de decirte que él no fue quien me besó, sino que fui yo quien lo besó a él. Tenes a un pibe increíble a tu lado hermanita-. dijo eso y se intentó levantar pero de lo borracha que iba no podía.
-QUÉ MIERDA DIJISTE MARTINA?- dije enfadada, pero Mateo me agarró la mano en señal de que me tranquilizase.
-Lo siento, lo siento, lo siento, por favor, perdonáme.-
-Martina eres consciente de lo que hiciste, sos consciente que yo psicológicamente no estoy bien? Martina, sabés como estoy por dentro?, estoy hecha mierda y cuando por fin encontré a alguien que me estabiliza emocionalmente vos lo único que intentás hacer es que mi mundo se derrumbe de nuevo? No lo puedo creer, vos fuiste la que más me ayudó a susperar todo esto, lo superamos juntas todo. Realmente no se que decirte, así que por favor dame tiempo para poder pensar todo mejor, vete de mi habitación-. dije y me giré yendo al baño llorando.
-La ayudo amor?- dijo Mateo y le dije que si desde el baño.
Mateo la ayudó a llegar a su habitación, y enseguida regresó a la habitación nuestra, me metí a bañar y grité a Mateo para que viniese a bañarse conmigo.
Él vino sin pensárselo, mientras yo me bañaba, Mateo me observaba, me agarraba de la cintura, me besaba, era todo perfecto. Terminamos haciéndolo en la ducha, fue raro pero increíble, cualquier cosa que haga yo con él será algo que nunca olvidaré.
ESTÁS LEYENDO
esas vacaciones
RomansaMilagros una adolescente española, con sangre argentina corriendo por sus venas. Al cumplir sus 15 años le pide como regalo de cumpleaños a su madre ir de vacaciones a Argentina para poder conocer a toda su familia. Los caminos de los dos adolescen...