Final

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"Que se siente, cuando todo se termina con el alma mal herida, que se siente, con el cuerpo abandonado por tus besos tus caricias, que se siente.." —Que se siente. Erreway.


Han pasado tres meses y cuatro días. Danielle y Louis se encontraban en su hogar original, la casa ya se encontraba vacía con algunas pocas cosas. Jay estaba ayudándoles con la mudanza.

—Ya está todo —Danielle enunciaba mirando las cajas—, Jay ha sido muy amable en venir a ayudarnos —expresaba en dirección a su ya actual ex marido—

—Sí —respondió el ojiazul mirando por la ventana de su habitación—, Danielle... —articuló mirando a la castaña—, Con todo lo que sucedió... nosotros no hemos tenido el tiempo o la instancia para hablar con respecto a...—

—No te preocupes, Louis —contestó ella con una sonrisa honesta—, Las cosas están claras para mí y sé que para ti también. Eres un hombre maravilloso y solo espero... que a raíz de esto no perdamos.. el contacto. —

—Sí —se atrevió a responder el ojiazul—, Lo siento mucho... —pronunció citando aquel evento que aún pasaran los días, no podía superar—

—Gracias —respondió Ella—

—Listo, ya están guardadas todas las cosas, Louis cariño, solo faltan tus pertenencias —decía Jay. Louis asintió y le lanzó una mirada amable a la castaña para tomar su caja y salir del cuarto—

—Va a estar bien —manifestó la castaña cruzándose de brazos—

—Eso espero hija —Jay contesto— ¿Tú... vas a estar bien? —

—Sí, mamá espera a por mí —La castaña comentó—, Gracias por la comprensión y... —

—No me agradezcas, yo debo agradecerte por todo lo que hiciste por Louis –expresaba Jay—, No pierdas el contacto con nosotros, linda —

—No, Jay —respondió. Se dieron un abrazo y la mayor comenzó a marcharse— Uhm, ¿Jay? —

— ¿Sí? —Devolvía la mayor—

—Sabes que él.. va a pedir la verdad ¿no? —señaló Danielle. Jay asintió resignada—, No le detengas, el lo necesitará —

—Ya sé, Dan —Contestó Jay para finalmente salir de aquella casa.

Johanna y su hijo montaron el coche para partir a Doncaster, luego de lo que fueron tres meses. Louis miraba por la ventana del vehículo, ordenando sus ideas, su cuerpo temblaba de adrenalina, necesitaba aclarar un par de dudas que había tenido desde que había salido de la clínica. Había estado allí durante dos meses y medio, según el médico, él había perdido mucha sangre producto del disparo.

—Tu padre está preparando una barbacoa magnifica, hijo —Comentaba Jay sonriente—, además van a poder salir de pesca mucho más, él ha pedido unos días en su trabajo para pasaros juntos —

—Gracias —Fue lo que Louis contestó. Durante el resto del viaje no cruzaron más que miradas. Hora más tarde llegaban a casa. Louis lanzó una mirada veloz a la calle por dónde quedaba la casa de Alex. Su corazón se apretó ante el recuerdo—

— ¡Mi retoño! —vociferó Mark, rodeando con sus brazos a su hijo— Ya estas como nuevo —

—Te lo dije, ésta lista para tu barbacoa —decía Jay. Entre los tres sacaron las cajas con las pertenencias de Louis. El ojizafiro entró a la casa, permitiéndose recordar su última visita. Las cosas habían cambiado desde entonces—

Red string fate «ls»Where stories live. Discover now