Capítulo 21.

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"Te propongo que hagamos un pacto"


El ojiverde miró el rostro pusilánime de Louis, éste le sostuvo la mano en un acto de compañía y detención. El ojizafiro no tenía intención de salir de ese infinito que habían forjado. Su cuerpo se estremeció ante el pensamiento de que todo había terminado para ellos. Harry le sonrió en muestra de que nada cambiaría nada. Ya nada podría cambiar entre ellos, aunque lo deseasen.

—Debo ir a contestar —articuló Harry mirando los ojos grandes brillantes de Louis—

—H-harry —titubeó el más bajo acercándose al pecho del más alto. Le miró con temor—, n-no —

—No hay porqué temer. Vamos a estar bien —Tranquilizó el más alto acariciando la mejilla cálida de su cómplice—, Confía en mí—

—No contestes —pedía nuevamente ignorando las palabras antecedidas por el ojiesmeralda—, por favor, no, solo... —

—Louis —demandó Harry, firme— Si no respondo, no sabremos a lo que tenemos que atenernos. Quizás nos han encontrado... —

—No me importa, no me interesa... que vengan a por nosotros yo... —susurraba desesperado mientras sus manos tocaban el torso desnudo de su amante—

—Detente —Harry tomó las manos de Louis y las llevó a sus labios, besándolas con cuidado y tranquilidad. Sus ojos se encontraron con la mirada agonizante del más bajo—, voy a contestar y será todo. Vamos estar bien, ¿de acuerdo? —Louis pensó en que iba a ponerse a llorar, el sentimiento era demasiado, tiempo más atrás hubiera corrido incluso él mismo a responder ese teléfono, todo por volver a su vida, pero ahora, él no quería salir de esta burbuja idílica que tenía por vida—

Harry le besó la frente. Un beso que representaba protección y unidad. A paso firme y con su temor interior, llegó hasta la cajoneta, de sus jeans sacó una pequeña llave y con ella se permitió abrir la pequeña cerradura; algo dentro de él le gritaba que la llamada ser terminara, pero el teléfono no cesaba en sonar. Sin más remedio, tomó el aparato y presionó el botón verde.

Miró hacia dónde Louis estaba. El más bajo tenía sus ojos cristalizados y su labio inferior temblaba. Ellos sabían que nada bueno podía traer esa llamada.

¡Harry, tienen a Candy en custodia, dios, van a asesinarla, tienes que volver, Harry, por favor, iré a por ti, mi hermana tiene un plazo de veinticuatro horas, si no te tengo de regreso van a matarle!

Niall era quién daba el comunicado. Harry entre abrió sus labios ante la sorpresiva revelación. Miró veloz a Louis, quién con sus dos manos tapó su rostro permitiéndose llorar como si hubiera escuchado la llamada.



(...) 11 horas antes.

Stanley estaba mirando su celular, abría y cerraba su correo electrónico desesperado por alguna respuesta por parte de Chang. El sujeto le había dicho que el negocio le apetecía hacerlo dentro de un plazo más largo, así que quedaría en standbayne. Sus orbes glaucos revisaron alrededor de su escritorio, pasada ya las diez y media de la noche no le quedaba más remedio que irse a la cama.

Podría, si hubiera tenido noticias del mierda de Trevor que no hacía más que jugar al romeo y julita con la putita hermana de Niall. Él lo sabía bien, él lo sabía todo, el se autodenominaba Dios, porque podía ver más que la básica mirada del ser humano promedio.

—Permiso, —interrumpía Checo ingresando al cuarto. Stanley le lanzó una mirada veloz— ¿Me mando a llamar?-

—Sí, Checo, verás, he estado pensando sobre unos asuntos. ¿Cómo te fue en lo que te encargué?-

Red string fate «ls»Where stories live. Discover now