"Construimos un amanecer aunque a veces, nos costo creer."
Según lo que Louis calculaba, habían transcurrido unos cuarenta minutos de viaje. Su trasero dolía y estaba asfixiado, Harry ni siquiera le había permitido bajar el vidrio del coche por cosas de "cambios de temperaturas" y no quería hacerse cargo de "gilipollas enfermos". Lo que el ojiazul pensaba hasta el momento y sumando lo que había alcanzado a oír de la corta charla entre Harry y Cara; era que estaban haciendo el loco ante el rastro que pudieran dejar en su regreso a casa. Eso pensaba hasta que Harry conducía ahora en línea recta en una carretera que él no conocía en lo absoluto.
—Vivo en la zona norte –Decía Louis mirando al ojiverde. Harry iba con la mirada fija en la carretera, su rostro irradiaba seriedad y hostilidad, una persona así ni siquiera podía juntar o pegar con gente como su familia, tendría que averiguar que exactamente fue lo que unió a su hermano con éste tío-
—Sé que vives en la zona norte. —Contestó mientras apagaba el aire cálido-
—Y... ¿Por qué estamos yendo por el oeste? –Cuestionó. Harry apartó la vista del camino para mirar a Louis, el ojiazul esperó atento a la respuesta, sin negar cierto temor, Harry podía producirle sensaciones tenebrosas con la mirada punzante que se cargaba-
—Eres casi como una mujer. ¿No te descuenta eso con tus conquistas? –Articuló Harry sin quitar su mirada de las pupilas brillantes de Louis-, no vamos a ir a tu casa, sería demasiado idiota pensar en algo así, aunque no me extrañaría que lo pensaras. –Apartó su mirada para volver a direccionarla en la carretera. Louis se removió de su lugar, tal vez le habían golpeado su ego porque su rostro se torno a uno molesto-
—No iré a casa, iré dónde un amigo, tengo que juntarme allí con-
—Oye, no me expliques, no me interesa saber tu vida, te has metido en esto y ahora estoy intentando arreglarlo, lo único que te voy a pedir es que no llores porque odio a la gente que llora y te calmes. —Demandó Harry mientras giraba el coche entrando a lo que sería una propiedad privada.
Altos árboles rodeaban en torno a una casa de madera, no era pequeña, era similar a la que pudo apreciar mientras estaba en cautiverio. Harry bajó del coche y le indico al ojiazul que hiciera lo mismo. Louis obedeció de mala gana, aún no entendía que hacían allí. Le siguió con pasos cortos, había tierra removida y el clima no acompañaba al frío que estaba penetrándole en su cuerpo. Los árboles se agitaban ante el viento castigador. Casi antes de llegar a la gran puerta de entrada Louis se expresó
— ¿Cuánto estaremos aquí? –Soltó el ojiazul de brazos cruzados. Harry se giró con la llave en su mano. Cada vez que respondía a lo que Louis le pedía la conversación se volvía una discusión interminable, optó entonces a darle la espalda nuevamente y abrir la puerta, se hizo a un lado indicándole al ojizafiro que entrara-
—Entra -Ordenó-
—Te hice una pregunta, Harry –
—Y yo te estoy dando una puñetera orden, o entras o te cagas de frío ¿me sigues? –Contestó firme. Louis entrecerró sus pequeños ojos, quería partirle el cuello. Que lastima que el tío le doblaba en el tamaño casi-
Louis admiró el salón, amplio con pinturas similares a las que vio en la mansión anterior, había tres puertas alrededor de la circular estancia, no estaba muy claro el lugar, había ventanales amplios pero sobre ellos unas gruesas cortinas que les privaban de la luz del invierno.
—Hemos llegado –Irrumpía la voz roncosa de Harry sobre su celular. Louis le lanzó una mirada, éste se alejó unos pasos para quedar cerca de uno de los ventanales, sin embargo Louis podía oír parte de la charla telefónica gracias al tono que empleaba el más alto-, todo está en orden, ¿Qué sucede por allá? –Preguntó Harry mientras miraba a través de las cortinas-, ¿qué? ¿Me estas jodiendo? –Escupió apartándose del ventanal para caminar en dirección a un mueble, abriendo un cajón de allí-, Mierda, ¿Qué dijo? –Louis se acerco a paso lento hacia dónde el ojiesmeralda estaba, divisó a pocos metros que dentro de esa caja habían unos sobres que Harry estaba revisando mientas discutía por teléfono- Bazofia –articulaba molesto el más alto- Voy a encargarme de eso ahora, no me llames, voy a llamar yo. Estamos en contacto, me piro, adiós, adiós –Quitó el celular de su oído para apagarlo, sus ojos se movieron hacia la figura de Louis que estaba a pocos metros de distancia-
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Red string fate «ls»
Fanfic"Cuando se nace, no se nace solo. El hilo rojo del destino está atado al alma en espera de su otra unión."