Ruggero.
Dejé el celular en la mesa de noche al lado de mi cama, tomé el control remoto y comencé a cambiar canales, no había nada divertido ni interesante a decir verdad.
Mi celular vibró, resople con desgano, podría ser Leo, con eso de que no conoce mucho la ciudad, me giré a verlo.
"Amore".
Joder era Candelaria.
- ¿Bueno? - Hablé fingiendo que me acababa de levantar.
- Rugge, mi amor. - Ese tono, conocía ese tono. Estaba llorando.
- ¿Estabas llorando? -. Alcancé a preguntarle.
- Ruggero...¿Qué diablos nos pasa? ¿Qué te pasa a vos? Estas tan cambiado, de un momento repentino para acá te volviste distante ¿Qué mierda te sucede? - Su tono de voz de un hilo y casi corto se convirtió en uno lleno de rabia y con el, gritos.
- ¡No lo se! ¡No se que mierda me sucede! -. Grité de igual manera, pase una mano por mi cabello de frustración. - Mira, Candelaria yo...
- ¿Hay alguien más? - Me interrumpió y en ese instante no supe que hacer, ni que decir.
- No, Candelaria, no hay nadie más, sacate esas ideas de la cabeza.
- ¿Entonces? Ruggero, ya no me miras como solías hacerlo, ya no me acaricias, tus "te amo" ya no suenan igual, no me abrazas, no me besas tanto como antes, ni siquiera hacemos el amor, es como si te repugnara. - Escupió con una pequeña tristeza. Suspiré.
- Candelaria, esto no se puede hablar por teléfono, es un tema de importancia, esto se habla de frente. - Sugerí, la escuché sorber su nariz.
- Si eso quieres, así será. - Afirmó, sobre mis sienes, esto sin duda me cansaba. - ¿Mañana en mi departamento?
- Mañana no puedo, tengo una reunión con los chicos. - Dije rápidamente.
- ¿Y acaso la reunión es más importante que nuestra relación? -.
- Es mi trabajo, es una reunión de simple trabajo. Estoy ocupado. - Mascullé sin más.
- Cuando ya no estés ocupado con tu trabajo, hablamos. - Colgó, solté un suspiro volviendo a cargar el teléfono.
Ya esta situación me estaba cansando y no tenía pensado dejar que ella me siguiera atormentado,esta relación dejo de serlo cuando ella se volvió tan celosa...tan insistente.
Me acosté en la cama soltando un lento suspiro, llevo dos años de mi vida con ella, desarrolle un sentimiento tan lindo por ella qu en algún momento juré que sería inquebrantable.
Pero aquí estoy, pensando en terminar todo, los celos, las angustias y la simulación de ser la pareja perfecta me estaba matando, casi al punto de volverme loco.
¿Qué voy a hacer con ella?
Sus padres estaban ilusionados de que yo fuese el hombre que se casara con su hija, pero su frivolidad y ambición lo hacen imposible.
Ya era hora de dormir y no pienso seguir torturandome con lo que debería ser mi decisión. Me giré acomodandome en la cama, solté un resoplido y cerré los ojos dejándome caer en la inconsciencia.
[...]
Toqué el timbre un par de veces, estaba parado frente a la gran casa de Karol Sevilla, miré hacia los lados balanceandome sobre mis talones esperando a que alguien abriera la puerta por lo que intenté volver a tocar el timbre pero antes de hiciera contacto con este la puerta se abrió.
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Vivamos en la realidad, no en la ficción.
Hayran KurguKarol y Ruggero, inseparables amigos y compañeros de trabajo. Pero... ¿Realmente serán sólo amigos? Ven y Descúbrelo aquí. ¡No te lo pierdas!