Mamá es famosa ☻ [gatos incluidos]

4. ¿Quién es mi papá?

Taylor.

—Yo...mm...yo, yo no sé quién es el padre de James —dije nerviosamente, para ser honesta odiaba que preguntaran cosas así.

— ¿Qué quieres decir? — dijo él con confusión.

—Es complicado — dije tratando de esquivar el tema.

—Oh. Bueno, algún día podrías contarme.

—Tal vez. De cualquier forma, ¿por qué la pregunta?

—Eh. Yo me preguntaba por si él visitaba a Jamie o a ti o algo por el estilo —respondió apenado.

—Ahora entiendo, bueno no te preocupes, los únicos chicos que nos visitan son mi padre, mi hermano Austin y Ed, mi mejor amigo, a veces llegan otros amigos pero y ya.

—Lo siento.

— ¿Por qué? — pregunte algo confundida.

—Por hacer preguntas inapropiadas...

—Bah, es algo normal — dije restándole importancia.

—Esta bien. ¿Por qué tus padres viven en Nashville y no en New York?

—Vivimos ahí desde que yo tenía 14, nos mudamos para que yo pudiera comenzar mi carrera, y bueno ya sabes, a ellos les encanta vivir ahí, a mi igual me gusta pero cuando nació James decidí que viviría sola, elegí NY porque me gusta también y aquí estamos.

—Nunca he ido a Nashville, pero NY es genial — dijo mientras me miraba sonriendo.

—Ahora veras que es muy lindo también, es un lugar tranquilo y tradicional si lo comparas con NY, probablemente te guste —aseguré.

—Te creo. ¿James realmente tiene un caballo? — dijo mirando entre ratos a Jamie, que dormía plácidamente entre mi regazo.

—Si —dije riendo. El 99% de las personas no me creían cuando decía que me gustaban los caballos y a mi hijo también.

—Oh, creí que exageraba.

—No. Mis abuelos tenían una granja cuando pequeña y bueno, me gustaban los caballos, y al parecer a él también le gustan así que le compre uno.

—Esto es vergonzoso pero nunca he subido a un caballo —dijo poniéndose colorado; algo que al parecer era muy común en él.

—Tú necesitas pasar un día juntó a mi padre. Él los ama— dije riendo.

—Me daría vergüenza — admitió.

En eso James empezó a moverse, restregó sus manos en los ojos y me miró.

— ¿Ya llegamos? —preguntó con esa voz soñolienta.

—Espera.- revise mi móvil.- Faltan 10 minutos chiquito, vuelve a dormir.

—Está bien —dijo mientras cerraba sus ojos de nuevo.

—Que difícil fue convencerlo —dijo Bruno.

—Bastante— reí.

— ¿Qué haremos al llegar? — preguntó mientras se tocaba las manos nerviosamente, justo como yo lo hacía.

—Austin nos va a venir a buscar, iremos a casa de mis padres, comeremos, iremos al centro comercial y después pueden quedarse en casa mientras voy a la entrevista.

—Bien. ¿No habrá cámaras aquí o sí? — preguntó un tanto aterrado.

—No, tranquilo — dije riéndome de su rostro, si yo fuese él también me asustaría.