México recibió un mensaje de su novia un martes por la mañana... Pero, no eran los buenos días o un "Te amo".
Canadá; su adorada novia, la estaba terminando.
En ésta historia seguiremos la historia a una México destrozada mientras trata de reconstr...
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México manejaba a toda velocidad; Canadá la hacía ir siempre abajo del límite permitido, su cuerpo se llenaba de adrenalina y una sonrisa no escapaba de su cara. Aún mayor su alegría cuando escucho a Rusia decir "Vas muy lento aún", piso con más fuerza el acelerador. Pronto llegaron al antro, un pequeño lugar que había abierto CDMX hace unos meses y en poco tiempo se volvió su favorito.
Méx: Ya llegamos mi tripakosky. Lo miró sonriente. No sabía si era la adrenalina o el despecho; pero, se le ocurrió algo un poco "Aventado". Méx: Vas a ver que nos la vamos a pasar de huevos. Tomó al eslavo de la mejilla y le dió un beso, no muy largo. Solo para causar emoción. Rus: Te sigo a donde quieras hermosa.
Ambos bajaron del auto, los empleados reconocieron de inmediato a la madre del patrón y la atendieron como el VIP que és. Mesa con guardias, botellas de primera, su propio cajón de estacionamiento... CDMX la consentía mucho; bueno, era su jefecita. La noche era perfecta, al entrar México escucho "Nunca solita", misma canción que uso para ambientar su casa mientras se preparaba. Rusia quedó asombrado ante el sitio, un lugar lleno de luces y una pista de baile enorme.
Méx: Tripita, ¿Quiéres perrear de ya ó una chelita primero? Rus: Yo te acepto lo que quieras darme de beber. Méx: Pues mi bebé recién trajo a su stock unas botellas de Vodkila... Me parece apropiado.
México se llevó a Rusia a la barra... Pero, al llegar ahí... No era posible... ¿En serio era ella?
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