△𝗧𝗼𝗸𝗶𝗼△—Les doy la bienvenida y las gracias por haber aceptado este... trabajo —al decir aquello el chaval de ojos claros suelta una risa muy inusual— viviremos aquí, alejados del mundanal ruido, cinco meses, los cinco meses que estudiaremos como dar el golpe.
—¿Cómo que cinco meses? —Pregunta ahora el hombre barbudo de mi lado— ¿Estamos locos o qué?
—Mira, la gente pasa años estudiando para tener un sueldo que en el mejor de los casos no deja de ser un sueldo de mierda ¿Qué son cinco meses? Yo llevo pensando en esto mucho más tiempo —nos informa el profesor totalmente serio— para no volver a trabajar en mi vida, ni ustedes, ni sus hijos...
Todo se quedó en silencio, sabíamos que tenía razón, ese o hombre era un genio.
—Bien, de momento no se conocen y quiero que siga siendo así —informa el profesor con seguridad—no quiero nada de nombres, ni preguntas personales ni, por supuesto, relaciones personales. Quiero que cada uno elija un nombre, algo sencillo, pueden ser números, planetas, ciudades...
—¿Rollo señor 17 la señorita 23? –consulta el chico de ojos claros, no puedo evitar sonreír ante lo ridículo que estaba sonando eso.
—Pues ya empezamos mal —informa un hombre mayor sentado frente a él— Que yo no sé recordar mi número de teléfono...
–Que por eso te lo digo —dice de nuevo el chico, sacando una risa a más de uno.
-¿Y Planetas? –Consulta el chaval encapuchado detrás del chico de risa rara- yo puedo ser marte, este Urano...
—Yo Urano no voy a ser, así que te olvidas— le informa el chico al instante— Que tiene mala rima
—Bien, van a ser ciudades, ciudades —les dice el profesor, casi al momento para que se dejasen de idioteces.
—Quedamos con ciudades— acepta el chico de risa inusual.
—Bien —acepta el profesor con una pequeña sonrisa.
Una sonrisa se escapa de mi inconscientemente, y era así, como termine llamándome Tokio...
Ese que me mira el culo es el señor Berlín, habla de manera concisa, brutal y directa. Veintisiete atracos, en busca y captura. Joyerias, casas de subastas y furgones. ¿Su mayor golpe? Los campos Elíseos, en París, cuatrocientos treinta y cuatro diamantes; es como un tiburón en una piscina, puedes bañarte con el pero nunca estarás tranquila. Tiene unos cuarenta y cinco tacos, delgado, pelo oscuro, tiene buenos modales pero trata a todo el mundo con un aire de superioridad, y era el jefe al mando de el atraco, el toma decisiones y su hermana las acepta solo si siguen el plan o son coherentes.
El que tose es el señor Moscú, lo primero que cavó fue una mina en Asturias, después descubrió que cavando hacia arriba llegaría más lejos. Tres joyerias, seis peleterias y la caja rural de Avilés. Maneja lanza térmica y cualquier arma industrial, y por supuesto, abre cualquier cerradura.
El de atrás, el de los ojos claros, es Denver, su hijo. El abuso de las drogas, los dientes y las costillas rotas le hicieron el rey de las peleas de discoteca; pura sangre caliente. Genera tensión por donde pasa, y es mejor no tratar en exceso con él, bueno, depende de quien seas. En un plan perfecto una bomba de relojería.
Río, mi debilidad. Es como Mozart pero con los ordenadores, programa desde los seis años, es un chico que ha pasado su infancia programando y hackeando, y una adolescencia con la mirada en la red, además sabe todo de alarmas y electrónica, para el resto de las cosas de la vida es como si hubiera nacido ayer.
Y ahí están los siameses; Helsinki y Oslo. Hasta en el plan más sofisticado hacen falta unos soldados que representen la brutalidad, ¿Y que mejor que dos serbios? Puede que piensen, pero francamente, nunca lo sabemos.
La que rie es Nairobi, optimista empedernida, ha falsificado billetes desde los trece años, y ahora es nuestra encargada de calidad así que su faceta "creativa" le vino muy bien. Es posible de que esté loca, pero tiene tanta gracia la jodía.
En ese momento, salí de mis pensamientos al escuchar pasos de unas botas por detrás de todos los pupitres. Me giré al igual que todos y divisé que al momento se dibujó una sonrisa en la cara de Berlín. Ahí en la puerta había una cría con cara seria, se notaba que no tenía más de 17, me extrañé bastante ya que ella estaba parada como si nada de lo que estuviésemos haciendo le importara una mierda.
—Ya era hora —murmuró el profesor con fastidio.
—Lo siento, me quedé dormida —dijo ella con simpleza en su voz y una sonrisa.
—¿Una....niña? —literalmente Denver habló por todos los que estábamos en esa sala mirándola. Ella rápidamente le miró con una expresión seria, lo cual dio algo de miedo.
—Esta cría puede arrancarte las putas bolas —contestó ella agresivamente, lo que me hizo sonreír.
—La cría me cae bien —murmuré lo suficientemente alto para que me oyese, ella me sonrió y tomó el asiento libre detrás de Nairobi.
Bueno, esa cría era Viena, ella literalmente es la puta ama, suele actuar como una niña pequeña pero su paciencia se acaba demasiado rápido, y si su paciencia se acaba es una puta borde psicópata, de todas maneras le cogimos mucho cariño. Es una especie de psicóloga que sabe de que manera tratar a todo el mundo como tiene que ser tratado. Aunque no lo parezca ella está aquí, aparte de para tratar a rehenes, para controlarnos y que no hagamos ninguna locura, era la mas coherente y eso le hace ser una especie de líder junto con su hermano Berlin. Si hacemos algo fuera del plan ella explotaría y la verdad es que ninguno de nosotros quiere eso. Ella al contrario que su hermano, no tiene registro, es como un fantasma, la sociedad no sabe que ella existe.
—Pensar que cada día los telediarios estarán hablando de nosotros, que las familias estarán pensando que hacemos ¿Y saben qué pensarán? Pensarán: que cabrones, ojala se me hubiese ocurrido a mí. Por qué no vamos a robar el dinero de nadie, porque le vamos a caer hasta simpáticos, y eso es fundamental, es fundamental que tengamos la opinión publica de nuestra parte, vamos a ser los puñeteros héroes de toda esta gente, pero mucho cuidado porque en cuanto haya una gota de sangre, una sola víctima, y dejaremos de ser Robín Hood par ser unos puñeteros hijos de Puta. ¿Comprenden?
Y el Profesor era el cabecilla de todo. No tenía registro, nombre, familia o domicilio, su historial estaba tan limpio como el de Viena; lo único que sabemos de él es su inteligencia inevitable para crear planes. Porque había que tener imaginación y habilidad para hacer su plan sobre como robar la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de España...
[...]
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He cambiado toda la presentación de los personajes ya que estaba rara✌🏻️😔
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𝓥𝓲𝓮𝓷𝓪 { La Casa De Papel }
Fanfic𝗕𝗲𝗹𝗹𝗮 𝗰𝗶𝗮𝗼, 𝗯𝗲𝗹𝗹𝗮 𝗰𝗶𝗮𝗼, 𝗯𝗲𝗹𝗹𝗮 𝗰𝗶𝗮𝗼, 𝗰𝗶𝗮𝗼, 𝗰𝗶𝗮𝗼... Es gracioso, necesitábamos robar tiempo como atracadores y ahora a una de ellas se le paró. ~ 𝘈𝘭𝘪𝘤𝘪𝘢 𝘔𝘢𝘳𝘲𝘶𝘪𝘯𝘢 ...