△𝗩𝗶𝗲𝗻𝗮△—Quitense los antifaces —dije al mismo tiempo que llegaba hasta los Rehenes después de que Berlin dijese unas palabras, ellos no se movieron— ¡Quitense los antifaces!
Todo el mundo se los quitó y sonreí, miré a todos mientras ellos temblaban, estaban Confundidos al verme, seguro que pensarían "¿Que hace una cría dirigiendo?".
—Bien, ahora...desnudense —me miraron con terror y suspiré evitando contener la risa al ver sus caras— oh, tranquilos, os repartiremos unos uniformes para que os sintáis más cómodos.
Helsinki y Denver repartían los uniformes mientras yo los miraba, estaba al final de la fila de los rehenes y Arturito estaba detrás mio.
—Sin ánimos de molestar —me giré hacia el puto héroe de la fabrica— Aquí hay gente con dolencias, gente con problemas cardiacos, mujeres embarazadas...adolescentes... —levanté las cejas ante su comentario— Solo digo que tengáis compasión y dejéis ir a los más vulnerables.
—¿Qué se cree este, el puto Gandhi? —dijo Denver que al parecer había escuchado, le puse la mano el hombro para que se calmara.
—Esta bien, calmate —le dije al chico. En ese momento Arturo Román jefe de la fábrica de moneda y timbre española paseó su mirada por todo mi cuerpo observándose de arriba a abajo deteniéndose en mi cadera. Asqueroso— Vale, no esta bien —murmuré para mi misma incrédula, o sea ¡TENGO 17 AÑOS!
Denver notó eso y le miró asqueado, se dio la vuelta para suspirar y volvió de nuevo, le apuntó con la pistola a Arturo. Le miré con una ceja alzada y el me miró molesto mientras la pistola seguía sobre Arturo.
—Vale, no me digas que esta bien ni que me calme ¿acaso no has visto de la manera que te ha mirado? —volvió a dirigir la mirada hacia Arturo— puto pedófilo, ¿porque miras así a mi compañera, acaso no ves que es una cría?
—Lo siento, yo...no pude evitarlo, no sabía que... —estaba lloriqueando y tapándose la cara.
—Me das asco hijo de puta —le tendió la pistola, parecía realmente molesto— Coge la pistola, no te estoy preguntando si quieres cogerla o no, te estoy diciendo que la cojas. Coge la puta pistola.
Arturo cogió la pistola con miedo, yo estaba espectando la escena para ver que haría con la pistolita de juguete.
—Bien, ahora disparame.
—N-no p-porfavor.
—Que me dispares —Denver movió bruscamente la mano del hombre en la que tenia la pistola para finalmente apuntarle— Disparame —nada— O me disparas tu o te disparo yo, te regalo 10 segundos —ambos se apuntaban, el joven con la verdadera y el hombre con la falsa— 10, 9, 8, 7, 6, 5, 4,... —Arturo disparó o intentó disparar a lo que Denver y yo nos reímos a carcajadas— Son falsas Arturito, pero lo has hecho muy bien. Ahora... como la vuelvas a mirar así... estas totalmente muerto.
—Denver... puedo defenderme yo solita —le sonreí amable y me dirigí hacia Arturo aún con esa sonrisa lo cual hizo que el soltara un sollozo— Escuchame, como me vuelvas a mirar así te arranco las bolas con un tenedor.
Al parecer, Andrés no escuchó en ningún momento nuestra conversación con Arturo. Si el la hubiese escuchado o visto a Arturo mirarme así... Arturito sería hombre muerto. Ya pasó eso una vez... Y fue Andrés quien arrancó las bolas de un tio con el tenedor literalmente.
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𝓥𝓲𝓮𝓷𝓪 { La Casa De Papel }
Fanfiction𝗕𝗲𝗹𝗹𝗮 𝗰𝗶𝗮𝗼, 𝗯𝗲𝗹𝗹𝗮 𝗰𝗶𝗮𝗼, 𝗯𝗲𝗹𝗹𝗮 𝗰𝗶𝗮𝗼, 𝗰𝗶𝗮𝗼, 𝗰𝗶𝗮𝗼... Es gracioso, necesitábamos robar tiempo como atracadores y ahora a una de ellas se le paró. ~ 𝘈𝘭𝘪𝘤𝘪𝘢 𝘔𝘢𝘳𝘲𝘶𝘪𝘯𝘢 ...