Mi vida a tu lado es tan intensa como el color rojo que cubre mis labios.
Tu mirada sobre mí es tan posesiva y al mismo tiempo tan lujuriosa, que me hace sentir escalofríos que me gustan y me obligan a tocarme a mí misma porque soy incapaz de pedirte caricias aún cuando sé qué tanto te gusta estar debajo de mi falda y mi ropa interior.
El humo del tabaco que aspiro cada mañana, me provoca extrañarte y es que me recuerda tanto al olor de tu ropa cuando disfrutamos de un tiempo juntos que me provoca volver a tocarme pero esta vez, yendo a la cama a quitarme las bragas y frotarme sobre las sábanas imaginando que estás debajo de mi, metiendo tus manos , poniéndolas sobre mis muslos y jalándolos hacia abajo para adentrarte aún más en mí.
¡Ah! Me muerdo los labios para evitar gemir tu nombre y pongo mis manos sobre mis pechos, con los dedos húmedos acariciando mis pezones para apoyar la fantasía y poner tu lengua sobre ellas. Me dejo caer sobre la cama y abro lentamente mis piernas, sintiendo que en verdad estás ahí conmigo, invadiendo mi piel y tocando todo de mí.
Deslizas tus manos por mi cuerpo hasta llegar a mi lugar favorito porque ahí comienzas a prepararme para fusionarnos y llevarme a nuestro paraíso donde solo somos tú y yo.
Mi vergüenza y pudor me abandonan y mis ideas se nublan obligándome tan solo a estar a merced de ti y los latidos de nuestros corazones. No tengo en este instante otro deseo que sentir cada vez más y más placer, llevarte más adentro hasta de verdad creer que somos uno solo. El sudor sobre nuestra piel, tu respiración sobre mi rostro, tus manos abriéndome cada vez más y mis manos sobre tu espalda pegándote a mi, hacen que todo parezca perfecto. No quiero en lo absoluto que el tiempo avance ni que el placer cese. Es algo tan de nosotros, que vive sobre mi piel y mi mente cada vez que no estoy contigo. Me endurece y me humedece aunque haya otros a mi alrededor y es que predominas tanto sobre mí que me es inevitable el enrojecimiento sobre mis mejillas cuando se me ocurren mejores ideas de qué hacer cuando vayamos a estar juntos de nuevo.
Aprieto las sábanas y en mi imaginación te rodeo con mis piernas, no me es difícil percibir tu fragancia, así como no tardo en llegar al culminar mi traviesa fantasía, en pequeños gritos de placer.
¡Oh! Mi intimidad contigo es tan deliciosa, que me provocas placer aún cuando estás ausente. Puedo sentir tus besos sobre mis labios y tu compañía en la cama que no soy capaz de padecerte. Te amo con tanta intensidad que no sé qué soy capaz de hacer por amor a ti. Si tan solo supieras de lo obsesa que estoy por ti ¿seguirías sintiendo lo mismo por mi?
No quiero que jamás me hagas falta porque me marchitaría como una flor y mis sueños morirían tan rápido como mis fantasías a tu lado.
Si te soy sincera me encanta la idea de pensar que tú y yo estamos destinados a estar juntos para el final de los tiempos, que no podrías estar con nadie más tan íntimamente como podrías estarlo conmigo aún si lo intentares. Que tus besos siempre fueran míos y no hubiera un solo poder en la faz de la tierra capaz de separar nuestros caminos. Tan solo creyendo en eso cada noche me voy a dormir en completa tranquilidad, envuelta en tus brazos, calentando mi corazón con el tuyo y sintiendo tus latidos en mi espalda. Eres como un príncipe salido de un cuento de hadas, que me rescata de toda esta mierda en la que vivimos. Te amo, te amo tan intensamente como el rojo de mis labios.
Riizaah Mcardy >-<-?
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DEMASIADO ROJO
Historia CortaNo es poesía, pero todo está escrito con el corazón. Con las emociones más profundas de una una y más mujeres, enamoradas, enojadas, engañadas, dolidas y todo aquello que hace que sean quienes son.