XI.

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A veces, Luzu pensaba que era lo suficientemente amable en Karmaland

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A veces, Luzu pensaba que era lo suficientemente amable en Karmaland. Y claro, eso está bien; no hay ningún problema.

Porque después de la dichosa "fiesta", el castaño decidió dejar a Auron a su casa inexpugnable, eso era solamente parte de su amabilidad, ¿No?

Eran exactamente las 10 de la mañana y Luzu estaba despierto dando muchas vueltas como tonto. Miraba a Manolo el cual dormía plácidamente al igual que todos su animales.

Sólo quería hablar con Auron y aclararle las cosas. Sabía que lo que ocurrió en la casa de Vegetta estaba mal y no se refería exactamente al beso.

Quería contarle él mismo la liada que ocurrió después de ese momento, pero debía hacer todo a su tiempo.

Aunque en alguna parte de su corazón se sentía muy feliz, ya que había cumplido alguno de sus pequeños "caprichos".

Besar a Auron.

Quizá sin un muérdago como tanto soñaba, pero eso no era lo primordial.

Por dentro estaba muy seguro que el chico no recordaría nada de ayer, lo conocía demasiado bien. Sin embargo, le hubiese gustado que Auron recordara eso.

Sus mejillas se coloraban lentamente sin darse cuenta y negó con su cabeza. Estaba teniendo pensamientos muuy cursis.

—Luzuuu, ¿Desde cuándo estás despierto? —preguntaba Lanita bostezando.

—Desperté hace muy poco. —dijo mientras se acercaba a los cofres buscando su arco que por cierto, no lo encontraba en ninguna parte—. ¿Dónde dejé mi arco, tío?

Lana rió, estaba preparando un par de huevos para comer y se dedicó a buscar todos los ingredientes.

—Mónica me contó que anoche dejaste a Auron en su casa. —dijo levantando hacía arriba y abajo sus cejas insinuando algo; el chico sólo se sonrojaba un poco más.

—¡N-No hicimos nada! —espetó con dificultad negándose a todo lo que pensara su amiga. Se sentó en el sofá tapando su rostro con una almohada—, Sólo.. nos.. dimos.. un.. beso.

A los ojos de Lana, el castaño era realmente tierno. Es como el tipo de novio que iba al cine y bostezaba para poner el brazo alrededor de la otra persona. El cual se tomaba su tiempo e iba todo con calma que hasta un simple beso lo consideraba sumamente especial y un gran paso.

—Aunque.. tengo miedo. —cambió su voz y mirada de manera repentina—. Anoche me metí en un.. problema.

Lanita se acercó donde el chico haciéndole compañía a su lado. Empezó a darle pequeñas palmaditas a su espalda como forma de cariño.

—Cualquier cosa que haya sido. —agregó la rubia tomando la mano del castaño—. Yo estaré aquí para ti.

Ambos se unieron en un fuerte abrazo. Luzu tenía a una gran chica como su amiga y estaba plenamente agradecido de ella.

a little jealous ! luzuplay.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora